Teníamos militares y policías delincuentes, a diario los apresan en actos delictivos de todo tipo.
Teníamos militares y policías probos, víctimas de la delincuencia, asesinados vílmente en las calles para robarles sus armas.
Teníamos militares y policías mal entrenados, sin equipos, mal pagados y usados en labores donde les roban su dignidad, indignas para un hombre de uniforme.
Hoy, ya tenemos lo que no teníamos, unos militares y policías políticos, identificados hasta los tuétanos con el régimen, con la cleptocracia, con la dictadura constitucional.
Felicitamos a Leonel Fernández por haber politizado de nuevo a nuestras Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, el último bastión que le faltaba por corromper.
John Goodman / Desde La República Dominicana
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