Desguañangue.com
El país salió desguañangado de las elecciones, y nadie puede decir lo que será la pintura de mañana. Sin que uno sea existencialista se puede afirmar que el ser es angustia, y esto quiere decir que no podemos escapar al sentimiento de nuestra total y profunda responsabilidad. Es justo que estemos angustiados, el espectáculo de estas elecciones es una asquerosa demostración de la falta de instituciones verdaderas en nuestro país. Pero eso no es todo, apenas anuncian un ganador y ya se prefigura una reforma fiscal que será un duro golpe al magro estado de bienestar que hemos adquirido históricamente.Tal y como confesó en la ciudad de New York, el presidente Leonel Fernández desplegó un derroche de recursos tan abundantes en las elecciones, que desguañangó la economía. En su reelección del 2008 remontó un déficit de poco más de 55 mil millones, y según sea el informe de inteligencia económica que se estudie, el déficit actual va de los 61 mil millones (Informe G.T) a los 67 mil millones (Informe G.V).
¿Qué es lo que viene ahora, después de que la política de endeudamiento de Leonel Fernández triplicó la deuda en siete años llevándola a más de 24 mil millones, impuso cuatro reformas fiscales, y dejó expandir la corrupción hasta consumir del 10 al 12.5% del PIB? ¿Qué es lo que se avecina después del “triunfo”del continuismo de los gobiernos del PLD?
Sin ninguna dudas, el desguañangue. Uno puede pensar en Juan Pablo Duarte, y declamar que la política puede ser la más noble de las tareas sociales, pero es susceptible de ser el más vil de los oficios. Los ciudadanos de este país no son conscientes de que son ellos quienes pagan las jugadas políticas que desguañangan la economía cambiando el sacrosanto concepto del interés general. Elección por elección Leonel Fernández usa el dinero público utilizando sus potestades en beneficio propio, y después viene el paquetazo fiscal. Del estudio de las recomendaciones de la consultora financiera “Grant Thornton”, publicado recientemente en Acento.com., extraigo aspectos de la reforma fiscal inminente que tendremos que padecer.
En cuanto al pago del ITBIS se plantea un aumento de la tasa del 16% al 18% a nivel general. Se eliminarán las exenciones, ampliando la base del ITBIS, y la base imponible del mismo se ampliará al impuesto selectivo, al consumo, la importación y la transferencia de bienes, o incluso a la importación de servicios. Se eliminará la deducción de impuestos sobre bienes utilizados en la producción de bienes exentos. Se incrementará la tasa ad valoren de los combustibles de 13% a 16%, se elevará la tasa de impuesto a la propiedad de 1% a 1.5%, y se postergará para el 2015 el inicio de la eliminación del impuesto a los activos financieros.
Hay muchos otros aspectos de la reforma que golpearán fuertemente al pueblo, a los industriales, y a una pequeña burguesía zarandeada, que pagará todos los excesos de una personalidad construida sobre la penosa esclavitud de amarse a sí mismo y sobre el resentimiento, y que puede disponer de los recursos públicos como le dé la gana, sin que los poderes fácticos de la nación reclamen moderación y sensatez cuando el “perínclito” desguañanga la economía para imponer su ambición.
Lo que ha ocurrido se realizó ante los ojos de todo el mundo. Leonel Fernández es la justificación de la providencia, y él tiene derecho divino a desguañangar la economía en cada torneo electoral. Que se preparen los pequeños burgueses, los industriales, el pueblo en general; que ahora pagaremos los platos rotos, y vendrán las justificaciones como si los responsables de la crisis económica fueran finalmente los pobres, los pequeños burgueses, los desvalidos.
¡La historia de este país es un pasillo circular que nos lleva a la misma puerta! ¡Estamos en el 1978! ¡Acabamos de descubrir que la elección no es una opción! Y que es estúpido imaginar- como dice Ciorán- que la verdad depende de la elección de un sujeto, cuando, en realidad, toda toma de posiciones una fatalidad a la que nadie escapa. Guarden este artículo, en menos de un año veremos quién pagará el desguañangue de la economía que en cada torneo electoral Leonel Fernández despliega, para demostrarnos su grandeza.
Andrés L. Mateo
Hoy
http://hoy.com.do/opiniones/2012/5/23/429090/Desguananguecom
Dibujo: Wilson Morfe
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