Refiriéndole a un sacerdote las actitudes de determinadas personas y sus actitudes, que podían ser ubicadas perfectamente en la categoría de los sepulcros blanqueados que describe el Evangelio, este acotó señalando que más bien se trataba de gente con rasgos psicópatas.
Al afirmar esto, dudé, pero me puse a investigar sobre la psicopatía y cuál fue mi sorpresa, estamos rodeados de gente psicópata y no nos damos cuenta.
Pasando revista a una serie de acontecimientos recientes en cuanto a determinadas actitudes de gente que aparenta ser dechado de virtudes y equilibrada, me he percatado que mi diagnóstico “evangélico” estaba errado.
No se trata de sepulcros blanqueados como creía, más bien de mentes enfermas que necesitan tratamiento. ¿Cómo llegué a esa conclusión? Por lo siguiente.
El psicópata es un individuo verdaderamente absorbido en sí mismo sin conciencia ni sentimiento alguno hacia los demás. Es mentiroso y atractivo. Está dotado de uno u otro talento, y lo utiliza a su favor para manipular a otros. Es superficialmente encantador y da muy seguido una impresión llamativa de poseer las cualidades humanas más nobles.
Se hace de amigos fácilmente, y es manipulador con cierta habilidad de palabras para salirse con la suya de cualquier apuro.
Le encanta ser admirado y se regodea cuando los demás lo adulan. Un egocentrismo enfermizo lo rodea, y valora a los otros solamente porque aumenta su propio placer o mejora su estatus. Es muy talentoso para aparentar ser mucho más humilde que la persona promedio, pero que difícilmente lo es.
Su comportamiento sirve para confundir a sus víctimas, o para influenciar a cualquier persona que llegue a escuchar la versión que cuenta sobre la historia que maquilla a conveniencia.
Podría seguir enumerando estos rasgos, pero basta por ahora.
Seguiré con el tema.
Juan Francisco Puello Herrera
VIVENCIAS
Listín Diario
http://listindiario.com.do/puntos-de-vista/2012/5/31/234605/Sepulcros-blanqueados-o-psicopatas
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