Vientos huracanados
Al mismo tiempo que llegaba la comisión del Gobierno a entregar el proyecto de reforma fiscal al Congreso Nacional, la furia de la tormenta tropical "Sandy" se desataba sobre gran parte del territorio nacional. Ojalá no sea un augurio.
Esta reforma fiscal, a pesar de los limitados cambios que se le han hecho, no cuenta con el apoyo de nadie. Es quizás, el primer caso de una acción de gobierno de una administración que comienza, que nace bajo tan mal signo.
Es que la reforma no fue concebida como un instrumento para contribuir al desarrollo de la Nación, sino como un mero mecanismo de transferencia de recursos de los magros bolsillos de los ciudadanos a la bolsa sin fondo del Estado.
Los números en que se basa la reforma no parecen tener asidero en la realidad y el Gobierno ha hecho poco por convencer a una incrédula opinión pública.
La esperanza de hoy es que la población sabrá tomar con la entereza debida este trago amargo y no se dejará provocar por los que siempre buscan pescar en río revuelto.
Editorial Diario Libre
Diario Libre
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