Vea la deuda pública consolidada actualizada a julio de 2013 entrando aquí.
El Estado dominicano en las últimas tres décadas ha incurrido en una series de préstamos nacionales e internacionales con el objetivo de enfrentar o corregir las crisis financieras dejadas por los antecesores de cada gobierno, lo que ha provocado el aumento de forma estrepitosa de las deudas externa e interna del país.
La dilapidación; el abultamiento de la nómina pública, así como los excesivos honorarios de los funcionarios locales y del exterior que cobran en dólares; la adquisición constante de vehículos de lujos; el subsidio a la energía, a los combustibles, a decenas de empresas y al metro de Santo Domingo se encuentran entre los elementos que han agudizado esta situación.
También, a la problemática se suman las escandalosas pensiones; las sobreevaluaciones en obras del Estado y la corrupción administrativa que son parte esenciales del aumento registrado en la deuda pública consolidada de la nación.
Según datos del Banco Central (BC), la deuda pública consolidada hasta el 31 de agosto del presente año superaba los 23,994.5 millones de dólares. La deuda externa se estima en uno US$13,708.2 millones, mientras que la interna en unos US$10,286.3 millones.
Los economistas y sociólogos señalan que no es fácil establecer cómo se han gastado o utilizado los fondos, debido a que no se ha visto una mejoría plena en las condiciones de vida de la ciudadanía ni de las infraestructuras de las comunidades, sino en reducido sector de una población que supera los 9 millones de habitantes.
Deuda
Según los datos del Banco Central, al sector público no financiero se le adeudan unos US$12, 660.8 millones; divididos en las siguientes formas: organismos multilaterales US$4,297.6 MM; bilaterales US$5,576.0 MM; banca Comercial, US$314.6MM; bonos, 2,466.6 MM; suplidores, US$6.0 MM y sector público financiero; es decir, Banco Central 1,047.4 millones de dólares, para un total de US$13,708.2.
Mientras, la interna se comporta de la siguiente manera: sector público no financiero (son las instituciones del Gobierno que recaudan fondos a la población y prestan dinero): US$5,838.0 MM, que se distribuyen en los siguientes aspectos: Banca Comercial US$1,205.5 MM; bonos, 2,458.5 MM; deuda intragubernamental (deuda entre organismos pública), US$2,174,0 MM; sector público financiero (Banco Central, Reserva, Agrícola, etc.), 6,622.3 millones, considerado un total de US$10, 286.3.
La suma de ambas deudas asciende a US$23, 994.5 millones, hasta el 31 de agosto de 2012.
Para la amortiguación del compromiso local e internacional se destina un 15% del Presupuesto Nacional, pero cuando se le colocan los intereses de pagos aumenta a un 23% su total.
Impacto y déficit fiscal
El economista Nelson Suárez afirma que la deuda pública consolidada del país no ha tenido un impacto positivo en el bienestar de la población, ya que se han invertido los recursos en obras, compras y eventos no priorizados.
Entiende que otro de los problemas que ha generado la ampliación de la deuda externa e interna del Estado dominicano ha sido, sin lugar a duda, el alto nivel del gasto de los Gobiernos, pues se mantiene muy por encima de los ingresos tributarios.
Según el experto, el desorden en el gasto ha provocado el déficit fiscal que se ha acumulado entre 2008 y agosto de 2012, a un total de RD$333 mil millones, a lo que se suma que entre 2004 y 2011, los gastos de funcionamiento han consumido el 29.8% del total de las erogaciones del Gobierno central.
Suárez explicó que la mayor carga en el gasto de consumo lo tienen los servicios personales, con el 19.5%; el segundo lugar lo ocupan los servicios no personales con 5.5% del gasto y en el tercer puesto se sitúan los materiales y suministros.
No obstante, destacó que el restante 70.2% de los gastos del Gobierno se distribuyen en: 28.4%, dirigidos a transferencias corrientes; 14.5% en amortización de la deuda; 11% en inversión; 7.8% transferencias de capital, 7.8%: pago de los intereses y 0.6% activos financieros.
Estructura dilapidación
Nelson Suárez entiende que existe una estructura de gastos que promueve el dispendio y la corrupción, ya que miles de millones de pesos son utilizados sin dar explicación acerca de la calidad de su inversión.
Según el economista, el gobierno del expresidente de la República, Leonel Fernández, dejó un déficit fiscal superior a los RD$101,900 millones, de los cuales RD$86 mil millones corresponden al sector público y RD$15,500 millones al Banco Central.
Aseguró que la carga económica que lleva la nueva administración es el agotamiento en un 85% del presupuesto del Estado, ascendente a RD$340 mil millones, el cual mediante un presupuesto complementario fue elevado a más de RD$540 mil millones. En medio de las precariedades heredadas, el gobierno de Danilo Medina sortea las dificultades tomando medidas ajusteras.
El especialista planteó que es necesario restaurar la disciplina fiscal y presupuestaria a fin de exigir mayores tributos a los contribuyentes e ir subsanando la crisis que vive el país.
De igual opinión es Pavel Isa, economista, quien entiende que se debe avanzar con firmeza si se desea mejorar la calidad del gasto público: “Como el Estado gasta, ya hay mucha resistencia de los empresarios y la propia sociedad civil no está en condiciones de seguir financiando ese tipo de derroche de los gobiernos”, puntualizó.
Isa precisó que para mejorar esa situación, el Gobierno debe darle prioridad y participación a la población en la forma y donde se va hacer el gasto público: “Tuvo que movilizarse la población, con el objetivo de que los representantes del Estado firmaran un pacto de cumplimiento a la ley que asigna el 4% para Educación y eso no debe ser así” señaló.
Voces autorizadas a la hora de emitir juicios en torno a la crisis y endeudamientos a la que han sometido todos los gobiernos al país en los últimos 30 años, pronostican que hasta las generaciones que faltan por nacer, tienen ya una cuota asignada de compromisos acumulados por el mal manejo de la economía nacional.
Con el objetivo de enfrentar el actual escenario de endeudamiento externo e interno que vive la República Dominicana, se hace necesario el empoderamiento de la sociedad en su exigencia a las autoridades, para que utilicen los recursos en obras prioritarias o de lo contrario tendremos una nación “libre e independiente” solo en los libros de textos.
Amaurys Florenzán
Dominicanos Hoy
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