En el Partido Revolucionario Dominicano, el más votado en las últimas elecciones, se vive el mundo de Bizarro, la antítesis de Supermán, personaje de ficción en cuyo alrededor todo es distinto al mundo real. Allí lo bonito es feo y lo bueno malo. Es la realidad que desde hace más de dos años se observa en el PRD, una organización de masas secuestrada por un hombre, su presidente, dolido por una derrota interna en la búsqueda de la candidatura presidencial de la que él es el único culpable. Un personaje gris, que apenas sonríe, con más méritos empresariales que políticos, y cuyos espalderos custodian la sede principal de la entidad, cerrada con candados, para impedirles el acceso a sus oficinas a los demás dirigentes, algunos de ellos con más antigüedad que él en el partido.
Su obstinación lo ha llevado, contra toda racionalidad, a la aventura de expulsar a los principales dirigentes del PRD, incluyendo al candidato que lo derrotó y quien a pesar del respaldo electoral que luego le negó, en virtual apoyo del candidato oficialista, alcanzó casi el 50% de los votos, lo que él jamás hubiera conseguido como se ha visto después.
Ahora se enfrenta a una situación muy delicada, la acusación de que siendo candidato en la campaña del 2008 recibió dinero y un vehículo de un narcotraficante, algo que en beneficio de su propio nombre y su exitosa carrera profesional, debería poner bien en claro y alejarse de la política.
Y ese alejamiento parece razonable, porque únicamente en el mundo de Bizarro en la que bajo su presidencia ha caído el PRD, él sería el expulsado. Sólo que esa organización ha demostrado ser tan débil como grande y fiel ha sido su militancia, pues no es esta la única vez que le han despojado de su local.
Ya sucedió cuando de su división surgiera el PLD y luego cuando Decamps fundara el PRSD. Quien no defiende su casa no se la merece.
Miguel Guerrero
La Columna de Miguel guerrero
elCaribe
http://www.elcaribe.com.do/2013/01/09/quien-entiende-prd
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