Este blog se siente altamente complacido con el anuncio de la Cámara de Diputados de que renuncia al barrilito, o mejor dicho el cofrecito. Abel Martínez Durán, su presidente, crece políticamente frente a sus adversarios y a sus seguidores. No importan ya las justificaciones injustificadas que provocaron esa aberración, lo que importa ahora es que los diputados lo reconocieron y finiquitaron este asunto, molestoso, irritante e ilegal.
Mejor aún es la decisión de consultar al Poder Ejecutivo para repartir en el área de la salud esos fondos, este es el momento correcto y los más necesitados, los más pobres, lo agradecerán.
Felicitamos a la Cámara de Diputados y a todos aquellos que durante años abogaron porque se acabara con la indelicadeza de usar dinero del pueblo en clientelismo político, que fueron muchos, de todos los calibres.
Desde La República Dominicana
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