Barack Obama, la enfermera, el perro y el ébola

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Lecciones de humanidad

a) Barack Obama acaba de darme una lección que jamás olvidaré. El hombre más importante del mundo se atrevió a recibir en su oficina a una enfermera que se curó del ébola y la abrazó. Cualquier cosa que usted alegue en contra es buscar una excusa y no me llevaría a cambiar mi opinión. El presidente de Estados Unidos es un ser humano fuera de serie y cualquier diferencia o duda que tuviera sobre su persona en el pasado queda atrás, por la valentía y la solidaridad mostrada al mundo con este gesto de amor sin precedentes, bendiciones para usted es lo que tengo. ¿Cuántos de nosotros nos arriesgaríamos en su posición a hacer esto?

b) La admirable enfermera Nina Pham, quien arriesgó su vida para atender un paciente de su país y se contagió de ébola, se curó. El destino la recompensó por su desprendimiento y apego a los principios de su profesión, como trabajadora sanitaria. Pham estuvo con su madre y su hermana junto al Presidente de los Estados Unidos por 20 minutos y leyó un documento dando las gracias a todos los que la ayudaron a curarse.

    Bentley, el perro de Nina Pham.

c) Dentro se su discurso destaca esta frase que citamos de las agencias de prensa: "Pido que a mi regreso a Texas, donde trataré de recuperar mi vida normal y reunirme con mi perro Bentley, se respete mi privacidad y la de mi familia". Su perro Cocker Spaniel estuvo en cuarentena y dio negativo a las pruebas para detectar si tenía ébola.

Un Presidente valiente y ejemplar, una joven ciudadana suertuda que respeta su compromiso con la enfermería; y expresa su amor fraternal hacia los animales, todo sucediendo en una misma habitación, es un drama que cala profundamente en el corazón.

Marihal / Desde La República Dominicana