Confiscación vs corrupción
Querellas, robos impunes y malversaciones del erario, en todos los estamentos del Estado, antes y después de las inquisiciones trujillistas, es lo que a diario vivimos. A eso se suma la indetenible delincuencia y su secuela.
La corrupción pública y los políticos se han convertido en un martirio para el pueblo dominicano. La impunidad reinante es lo que permite que nuestros políticos, sus familiares y allegados disfruten de la abundancia de sus riquezas mal habidas, extraídas de la corrupción en los cargos públicos y por lo cual no reciben ningún tipo de penalización de parte de la justicia ni de los organismos establecidos para tales fines.
Todo pasa a pesar de las tantas denuncias y la cantidad de pruebas que medios escritos, programas de televisión y grupos no gubernamentales han presentado públicamente sobre fortunas jamás imaginables en posesión de políticos y allegados.
Creemos que, tras investigaciones judiciales, muchas de esas fortunas deben ser objeto de una confiscación, tal como sucede con las fortunas provenientes del narcotráfico y el lavado de dinero.
La ley contra la corrupción debería tener en su mira no sólo la persecución penal de los delitos cometidos contra el Estado, sino que la investigación permanente de estos casos, considerándlos, tanto en el pasado como en el presente, como “crímenes de lesa humanidad”.
Debe además contemplar que las penas sujetas a estas conductas delictivas tengan como eje central la cárcel, la confiscación y el embargo de los bienes de los políticos corruptos. Sólo así sería reparado y compensado el daño causado al Estado y a los contribuyentes. La confiscación por corrupción es lo único que pondría freno a este negativo emblema político.
Santiago Cuesta Kury
MI POSICIÓN
Listín Diario
http://listin.com.do/puntos-de-vista/2010/11/7/165606/Confiscacion-vs-corrupcion
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