Karim Abu-Naba'a.
Un caso bastante parecido fue El Fiture, el libio traficante de armas que se asentó en este país de las maravillas de Balaguer, Hipólito y Leonel… para hacer y deshacer; incluyendo el soborno a la jefatura de estado mayor de la Fuerza Aérea Dominicana durante el efímero reinado de uno de varios de los autores intelectuales de la “desaparición” de Narciso González (Narcisazo).
Ahora explota el escándalo del joven Nabaa Abú-Sador, hijo de un súper millonario negociante de oro negro y derivados, con fuertes conexiones en Arabia Saudita.
Me refiero al que “fugaron” recientemente (como a Sobeida) hacia la patria de sus ancestros, después de engañar medio país y exhibir prepotencia y fortuna mal habida.
El mismo que usaba a su antojo la pista de la base de San Isidro para exhibirse al estilo de los astros del automovilismo mundial. Hijo del financiador de no pocos candidatos de esta tristemente famosa dictadura institucionalizada bipolar. Amigote de generales y políticos pertenecientes al cohollo del poder. Portador de arsenales a lo Rambo, además de protegido por escoltas oficiales.
Si, ese mismo. El protagonista de interminables escándalos que confirman y reconfirman que tenemos montado sobre nuestras espaldas un Estado delincuente con fuerte vocación de narco-estado.
¿Cuál presidente, alto oficial de inteligencia, procurador, fiscal de la Capital jefote militar, líder de la partidocracia, gran empresario…desconocía los abusos y fechorías de esos Abú-Sadores en estos tiempos pródigos en El Fiture, Paya, Agosto, Nelson Solano, Atiemar, Barrick Gold y Cisneros?
Pero además de abusiva, la protección de los Nabaa Abú Sadores fue larga y no gratuita, dado que todo esto es impensable hacerlo sin conocimiento y apoyo de los altos mandos del Estado y del poder establecido.
Encubrimiento y complicidades se combinaron en este caso para producir tales resultados, no pocas veces con intenso sazón nepótico.
Los Abú-Sadores reprodujeron vínculos parecidos a los recientemente empleados por la florentina decoradora de Quirino y antes por Fiture. Ellos con abundancia de Ferrari y la otra con muebles de Indonesia, cortinas de terciopelo y alfombras persas. Ellos más desfachatados que Fiture.
Narciso Isa Conde
http://elnacional.com.do/opiniones/2011/7/2/87845/Karim-Abu--so-y-Abu-Nabaa
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