Presidentes Hipólito Mejía y Leonel Fernández.
Leonel Fernández habló la noche del domingo como si no fuera el Presidente de la República Dominicana. Como si el Partido Revolucionario Dominicano fuese la organización gobernante desde hace 7 años y no el Partido de la Liberación Dominicana.
La retórica es su norma y la forma de dar respuestas a los dominicanos y dominicanas que reclaman acciones del gobierno, que sean creíbles y que demuestren que realmente estamos en el camino correcto y no cayendo a un precipicio al que nos ha llevado el PLD.
Pese a llevar 7 años gobernando, el país se ha agravado en la crisis económica y el mismo presidente lo admite: quien está salvando a la nación no es el gobierno, sino el Fondo Monetario Internacional, organismo que le ha sacado las castañas del fuego en varios procesos electorales, y que el PLD quiere que siga socorriéndole para las elecciones del 2012.
No hay un solo problema resuelto. Sigue habiendo crisis del sistema eléctrico, agravada porque las pérdidas de generación son mayores y porque el subsidio de este año sobrepasa los mil millones de dólares. La crisis del sector eléctrico no puede ser explicada por los acuerdos de Madrid, sino por la ausencia de inversión y de una política clara para conseguir estabilidad en la entrega de energía eléctrica y que la gente pague el servicio que recibe. Este gobierno ha inventado de todo y no ha podido resolver el problema eléctrico y no tiene solución a la vista, ni en este gobierno ni en el que sueñan conseguir con otro candidato presidencial.
El discurso de Leonel es engañoso, mendaz, retorcido, manipulador y no solamente quiere presentar un país ideal, maravilloso, paradisíaco, sino que al mismo tiempo quiere presentarse frente al pueblo como el gran redentor, cuando en realidad ha hundido las posibilidades del país de salir adelante. Estamos en los peores lugares del mundo en los índices de competitividad, como los que menos invertimos en educación, como uno de los países más corruptos del planeta y como una de las naciones donde hay más trabas para la inversión nacional y extranjera.
Con falsedades y manipulaciones Leonel quiere atribuir a mi gobierno el fraude bancario del 2003, y que se gestó varios años antes. No es mi deseo discutir ni rememorar detalles de ese episodio. Los implicados y sus familiares quieren que este tema no sea debatido en la campaña electoral. Estoy dispuesto a complacerlos, porque no es mi interés sacar ventajas políticas a costa de personas que no están en la palestra pública en este momento. Sin embargo, quiero advertir que estoy dispuesto a llevar este debate hasta las últimas consecuencias si el PLD lo desea. Fue mi administración que salvó el sistema de pagos en el país, que salvó el sistema financiero, que trabajó en coordinación con el sector empresarial del país y los organismos internacionales.
Leonel Fernández no habló de la corrupción que arropa a su gobierno, ni de los despilfarros que ejecutan los funcionarios de este gobierno. Habrá que auditar las obras que ha realizado este gobierno y las que anunció la noche de este domingo el presidente, porque si se trata de obras sin transparencia como el Metro, los parqueos de la UASD o la carretera que concesionó en 389 millones de dólares y tuvo que echarla atrás rápidamente, eso no implica racionalidad ni cuidado del dinero público. En este momento no se puede inaugurar un museo de las telecomunicaciones con una inversión de 400 millones de pesos, cuando el país pasa las mil y una miserias, cuando en las escuelas no hay aulas, ni sillas, ni pupitres, ni salarios dignos para los maestros.
Leonel no habló de educación, ni del 4% del PIB que el país le viene reclamando sin descanso. Es una verdadera vergüenza que no haya recursos para educación y ahora Leonel anuncia puentes, carreteras, caminos vecinales, hospitales, precisamente cuando debe prepararse para salir del Palacio Nacional.
Lo de imponer un nuevo lema para la campaña electoral de “memoria contra el olvido”, es un recurso viejo y que a los fines que persigue carece de razón. El país ha dicho que sí a mi postulación, soy el candidato del PRD, he tenido un diálogo largo con el pueblo dominicano y estoy diciendo y he dicho lo que haré, para hacerle frente a los cientos de problemas que el pueblo esperaba que Fernández, como lo prometió, enfrentaría y en 7 años seguidos no lo ha hecho.
Estoy de acuerdo que se utilice la “memoria contra el olvido”, pero para no olvidar los casos de Sun Land, para no olvidar las tratativas a favor de personas vinculadas con actividades criminales, como el caso Figueroa Agosto. Memoria para no olvidar el caso PEME, para no olvidar las nominillas, no olvidar las negociaciones y permisos de los funcionarios del Palacio Nacional en los casos de productos del sector agropecuario, violentando los acuerdos de libre comercio. No olvidar las sobrevaluaciones del INDRHI y los muchos otros casos de corrupción, algunos de los cuales afectan la propia figura del presidente Fernández.
Mientras Leonel hace una supuesta campaña denunciando la manipulación Internacional de los precios de los productos alimenticios y de los combustibles, el país no ve ningún interés del gobierno del PLD para bajar los precios de los alimentos. Este gobierno ha sido insensible y falto de iniciativa para producir más alimentos y asegurar la comida barata para los más pobres, además de que podamos exportar. Eso ni lo piensan ni lo desean los funcionarios responsables de la parte de incentivo y financiación de la producción. Claro, es mejor importar y ganarse grandes beneficios hundiendo a los productores nacionales.
Leonel no habló del empleo. El desempleo afecta a la mayor parte de la sociedad dominicana, pero peor aún: mientras el presidente se pasea por Francia y Estados Unidos hablando de los precios de los alimentos, el 57% de los empleos en el país son informales. Es que están gobernando de espaldas a la sociedad dominicana. Viven un mundo de fantasías, sueños de una noche de verano, mientras sienten que arrodillan al país, a los inversionistas, a los productores y a quienes desean crear riquezas.
Leonel Fernández teoriza tratando de explicar los efectos de la crisis internacional y la local, de la que se autodenomina campeón en combatirla, mientras cientos de personas mueren en la pobreza, en la indigencia o afectadas por el cólera.
Leonel se solaza en presentar la inversión del Metro como algo extraordinario, mientras el caos en las calles, con el transporte público y privado, es uno de los mayores dolores de cabeza de las ciudades y zonas principales de la capital y Santiago. No hay política para resolver los problemas. Hace falta autoridad y el gobierno es indiferente a esos problemas y Leonel se presenta como el campeón de los salvadores de los transportistas: les ha ahorrado dos mil millones de pesos, según él, porque ha ocultado que el gobierno estaba endeudado por esa cantidad de dinero con la Refinería Dominicana de Petróleo. Esa es la forma de Leonel engañar al país, una falta de transparencia la presenta como si fuese una virtud. Y así ha sido en casi todos los casos en los que habló.
Leonel no habló de la seguridad pública, de la delincuencia y de la forma de hacerle frente a la terrible pesadilla que vive el país ante los crímenes, el robo y la delincuencia común, ese tema no es de interés, solo le interesa seguir sembrando varilla y cemento, pese a que el 17 de marzo anunció una reducción del gasto público de un 12 por ciento y otras medidas para enfrentar la crisis por los precios del petróleo, ahora anuncia un paquete de obras como si tuviera oportunidad de ejecutarlas en los meses que le quedan en la presidencia de la República.
Para que nos demos cuenta de las dimensiones patológicas en cuanto a inversión, Leonel Fernández dijo que si hubiese tenido en sus manos 194 mil millones, habría realizado 7 líneas del metro y algunas otras medidas para beneficiar al pueblo dominicano. Es puro cuento. Quiso decir que por medidas que no tomó su gobierno para asegurar la regulación bancaria y por los acuerdos de Madrid sobre los contratos del sector eléctrico, se perdieron 194 mil millones de pesos. Puro cuento. Y que si ese dinero hubiese existido le hubiese entregado el 4% del PIB a la educación y habría construido 7 líneas del metro, entre otras medidas.
La realidad es diferente. Leonel Fernández tiene 7 años manejando un presupuesto que promedia los 250 mil millones de pesos y no ha entregado más del 2% del PIB a la educación. Calculemos la cantidad de dinero que se ha manejado en 7 años. Es absurdo y hasta una burla que ahora venga a contar más cuentos con esos datos inventados. Es un mago de la ficción.
Los técnicos de mi partido y el equipo económico que trabaja conmigo revisarán algunas de las cifras ofrecidas por Leonel Fernández para desorientar al pueblo, para crearle la idea de que trabaja y se preocupa. Daremos a conocer los resultados de esa revisión. He querido adelantar algunos comentarios porque hay que salir al frente a la manipulación y al interés de confundir al país.
Creo que el pueblo dominicano es inteligente y tiene una decisión tomada, institucional, para salir de los peledeístas en el 2012. Es el mismo pueblo que ha dicho y repite, en cada ocasión en que aparecen políticos parlanchines y creadores de historia: Déjalo que hable, que el cojo y el mentiroso no llegan lejos.
Hipólito Mejía
http://elnacional.com.do/nacional/2011/7/27/90080/Mi-respuesta-a-las-falsedades-de-Leonel
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