La falta de ética y respeto al consumidor enterró el negocio alimenticio de los embutidos dominicanos. El afán de dinero fácil, poniendo a los dominicanos a comer despojos de aves, vísceras y todos los restos de animales con el subproducto MDM como ingrediente principal fue un abuso incalificable.
Ahora amenazan con demandas a los que responsablemente pusieron en conocimiento de los ciudadanos el engaño cuando quienes deberían estar cerrados sus negocios y presos deberían ser ellos.
Adogranja reiteró que el pasado año se importaron 18 mil toneladas métricas de MDM, cuando sólo estaban consignadas 630 toneladas, conforme lo establecido en el DR-CAFTA, en una clara violación a ese tratado, sin que las autoridades hicieran nada.
Cuando explote la realidad de otras industrias que cometen abusos similares les espera el mismo destino.
Luis Del Monte / Desde La República Dominicana
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