¿Por qué yo, que pago mis impuestos y respeto las demás leyes de la nación, debo asumir parte del costo del despilfarro y el uso irresponsable de los recursos públicos por parte de un clan político que gobierna y legisla en provecho propio? ¿Por qué a los ciudadanos pacíficos, que apenas recibimos una pequeña parte de los servicios, muy deficientes por cierto, que el gobierno está obligado a ofrecer a los contribuyentes, se les endosa la enorme carga económica dejada por una administración que no respetó el presupuesto e hizo uso de él para impulsar sus ambiciones, fomentando el parasitismo en la sociedad, haciéndola cada día más pobre y dependiente de tan odiosas e improductivas prácticas clientelares?
¿Por qué no se les obliga a los responsables de este histórico déficit fiscal responder por el daño causado a la República? ¿Por qué se silencian sus nombres? ¿Por qué se pretende atribuirle a las justas protestas de indignación que esa herencia dolorosa ha provocado un propósito desestabilizador, cuando la complicidad oficial ante ese hecho monstruoso podría definitivamente llevarnos a un laberinto y a un desorden generalizado?
¿Por qué yo, como toda la clase media, profesional o no, y los pobres de este país debemos pagar más impuestos y aceptar incrementos desorbitados de los bienes de consumo, para que se pueda con ello tapar un agujero gigante que ha puesto de relieve el enorme fracaso de un mandato que le mintió a la nación descaradamente haciéndola creer que se vivía una etapa de progreso y bienestar que hemos visto caer como un castillo de naipes, tan pronto como la verdad saliera a flote? ¿Por qué tenemos que costear el infame aparato de comunicación mediática que se prestó para montar esa falsa percepción, con recursos que debieron mejorar la educación y la salud públicas y protegernos del clima de criminalidad e impunidad que nos ahoga? ¿Por qué? ¡C…!
Miguel Guerrero
La Columna de Miguel Guerrero
elCaribe
http://www.elcaribe.com.do/2012/11/09/por-que-
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