El presidente Danilo Medina ha revelado que intereses muy fuertes se oponen a los esfuerzos del Gobierno por conjurar la crisis eléctrica, pero advirtió que no se quedará de brazos cruzados y permitir que el Estado tire por el zafacón unos mil 500 millones de dólares al año en transferencias al subsector eléctrico para que una serie de empresas reciban beneficios y seguridad en sus inversiones.
Nunca antes un jefe de Estado se había referido en términos tan claros, valientes y contundentes sobre la raíz de un problema que data de más de medio siglo pero que se ha convertido en uno de los negocios de mayor rentabilidad que ha recibido del Gobierno más de ocho mil millones de dólares desde 2008.
Durante ese tiempo, las inversiones de las empresas generadoras de electricidad han sido casi nulas, mientras plantean que la solución a la crisis eléctrica se circunscribe a un incremento de la tarifa y cobranza, como forma de equilibrar el flujo de caja de las Distribuidoras de Energía.
Esa fórmula obligaría al Gobierno a aumentar la tarifa eléctrica en un 150 por ciento para 1.3 millones de clientes; en 90% para 87 mil usuarios y 60 por ciento para otros 160 mil consumidores, lo que resulta más que imposible, a menos que se procure una gran explosión social.
Ha hecho bien el presidente Medina en informar a la nación que su gobierno confronta intereses empresariales muy fuertes que se oponen a la intervención oficial para financiar proyectos de generación eléctrica a base de gas natural y carbón mineral, lo que significaría un cambio radical de la matriz actual sustentada en derivados del petróleo por otros combustibles más baratos.
El Gobierno está decidido a ejecutar lo que define como un plan integral de recuperación del sector eléctrico, basado en la modificación de la matriz de generación, reducción de pérdidas y eficiencia en la gestión, que incluye una inversión de dos mil millones de dólares en los próximos cuatro años para la construcción de tres plantas que generarían en conjunto 900 megavatios.
El Estado ha compelido a sus socios del sector generador a aportar 350 megavatios mediante la construcción dos plantas con una inversión mixta de mil millones de dólares, y al sector privado a invertir unos US$700 millones en dos plantas que generarían 450 megas, con lo que la oferta de generación eléctrica se incrementaría al 2016 en mil 700 megavatios.
Aumentar tarifa y cobranza no resultan remedios suficientes para conjurar la crisis eléctrica, por lo que se requiere -como ha propuesto el Gobierno- cambiar radicalmente la matriz de generación, hoy a base principalmente de combustibles fósiles, por el uso de gas natural y carbón mineral, además de cubrir el déficit en la generación eléctrica mediante la construcción de al menos siete plantas.
Ante la oposición de sectores empresariales muy fuertes al programa de expansión y reconversión del sector eléctrico, es menester que el liderazgo político, social, empresarial, religioso y académico, así como toda la población respalden sin reservas la decisión del presidente Medina de no quedarse de brazos cruzados ante una desgracia nacional que succiona cada año más de mil 500 millones de dólares de las arcas nacionales para beneficio de unas cuantas empresas.
Editorial El Nacional
Viñeta: Cristian Hernández
El Nacional
http://www.elnacional.com.do/editorial/2013/5/31/161245/Bien-dicho
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