Del 17 de octubre de 2012 a la fecha han pasado nueve meses y tres semanas. Y a juzgar por el informe “Caso: Corrupción Policial Sosúa, Puerto Plata”, de la jefatura de la Policía Nacional – que consta de unas 50 páginas de interrogatorios con ciudadanos alemanes residente en el país, pero sobre todo con 26 policías de distintos rangos— los métodos aplicados por quienes están llamados a proteger a la ciudadanía obligan a pensar en que nunca tendrán éxito los planes de seguridad ciudadana.
Siete meses después de los hechos, que en su momento atrajeron la atención directa del entonces jefe de la Policía y hoy asesor policial del presidente Danilo Medina, mayor general José Armando Polanco Gómez, y del Procurador General de la República (que apenas llevaba dos meses en el cargo a la hora del “allanamiento- atraco”), al punto de dar declaraciones conjuntas desde el lugar del hecho, conocemos de la propia voz de policías cómo se las arreglan para robar, golpear, ocultar, extorsionar...
Según un cable de la agencia AP, y reproducido por este medio el 19 de octubre de 2012, el mayor general Polanco Gómez dijo que por “la prudencia de los agentes policiales y del fiscal actuante en el caso, no se registraron decenas de muertes en el lugar”. Hoy, varios de esos “prudentes” agentes son acusados de tortura y barbarie, además de robo, por no mencionar asesinato.
Da pena leer lo que ellos mismos han dicho en los interrogatorios.
Llama la atención que ese día, hace ya nueve meses y tres semanas, Domínguez Brito “rechazó revelar las hipótesis que manejan las autoridades sobre el uso que Brunck y su secta daban a las armas e insistió que en los próximos días presentará los resultados de la investigación”.
Esos “próximos días” aun no llegan y esta misma semana el procurador acaba de prometer lo mismo. “La Fiscalía de esa jurisdicción está tomando las medidas de instrucción necesarias para determinar cualquier tipo de responsabilidad y prometió que próximamente habrá un resultado de esa investigación”, dice una nota de este diario de fecha 8 de agosto de 2013.
Lo cierto es que el informe que relanza al debate público este vergonzante caso se inicia con interrogatorios a los afectados-querellantes el 27 de junio de este año, dos días después del nombramiento como jefe policial del mayor general Manuel Elpidio Castro Castillo.
En mes y medio, la investigación avanzó más que en los ocho meses anteriores.
Lo que falta es ver si de esto saldrá algo que nos dé la esperanza de que la Policía Nacional es algo más que un nido de delincuentes y el Ministerio Público más que una cueva de complicidades.
María Isabel Soldevila
maria.soldevila@listindiario.com
CON MIS OJOS
Listín Diario
http://listindiario.com.do/puntos-de-vista/2013/8/11/287894/Verguenza-policial
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