Para el presupuesto y el sector externo Petrocaribe es una importante fuente de financiamiento desde el 2005, a un interés anual de 2%, con 23 años para el principal y 2 años de gracia. Financia 50 mil barriles al día cuando el precio supera los US$100 ó 40 mil barriles si se cotiza entre US$50 y US$100, facilidades que podríamos perder si tiene éxito la solicitud de expulsión del programa del Primer Ministro de San Vicente y Granadinas, que tiene el apoyo de 16 naciones pequeñas del Caribe que componen el foro ampliado de la Comunidad del Caribe (Caricom), que en Puerto Príncipe se reúne esta semana para llevar a Venezuela la posición común.
El tema de la sentencia #168-13 ha tomado un giro peligroso para la economía del país, porque en el Caricom se hablará de agresión a la región, que no se trata de la actitud de un país relativamente grande (República Dominicana), que tiene un PIB de US$59 billones y $5,762 dólares de ingreso per cápita, que rechaza la inmigración proveniente del débil (Haití) con un PIB de US$7.7 billones y un per cápita de $760 dólares. En juego está el financiamiento de US$600 millones, equivalente al 1% del PIB, que el gobierno tiene en su presupuesto y el Banco Central en la balanza de pagos de 2014. Tenemos que verlo de esa manera y no de otra, lo que cabe es ser realista, aceptar que perdimos la batalla internacional, porque la percepción y la realidad es que la sentencia es imprudente y provocadora, que está dirigida contra descendientes de padres haitianos y de padres que proceden de islas al este de Puerto Rico, que llamamos cocolos, que con permiso legal o sin él trabajaron en la industria de la caña de 1929 para acá. Que a esos descendientes y de manera retroactiva, declarados por sus padres o por amigos de sus padres con cédulas o sin cédulas y que la sentencia declara en tránsito, es a los que se les intenta negar la nacionalidad, diciéndoles que los vientres descargaron equívocamente en territorio dominicano. Por más que se maquille es la interpretación que tiene la sentencia, la que discutirá Caricom para pedir que nos sancionen.
El Presidente Medina personalmente debe asumir el caso, no puede permitir que se imponga la posición radical de los locales, es sabio su criterio de que sin importar razones legales se trata de un problema humano que nunca debió crearse y que debe resolverse satisfactoriamente. La Cancillería puede continuar haciendo su trabajo internacional de explicar lo que no se entiende, pero el Presidente Medina y el Poder Ejecutivo deben preservarse para la salida inteligente. Si no lo ha hecho debería llamar al Presidente Maduro de Venezuela, que es contrario a la sentencia, para darle seguridad de que resolverá el asunto de la mejor manera posible.
España, respetando un fallo judicial del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo contrario a sentencias de sus altas cortes, suelta terroristas y criminales condenados de por vida. Como no estamos solos en el mundo y tampoco podemos vivir aislados, lo inteligente y lo sabio es imitar a España, la marca país no puede deteriorarse más.
Arturo Martínez Moya
Dibujo: Wilson Morfe
Hoy Digital.com.do
http://hoy.com.do/petrocaribe-y-la-sentencia-16813-del-tc/autor/arturo-martinez-moya/
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