Hay un refrán que dice “en pleito de marido y mujer nadie se debe meter”. Es decir, cuando ha habido afectos o intereses fuertes entre dos personas y se enojan, es mejor no opinar. Sin embargo, quiero hacer un esfuerzo para entender las supuestas relaciones entre el exnarcotraficante, Quirino Paulino y el expresidente de la República, Leonel Fernández.
Quirino ha dicho que visitaba con frecuencia a Leonel y en cada visita, le llevaba un maletín lleno de valiosos recursos para sus proyectos presidenciales y su Fundación Global. Asegura que la inversión fue de alrededor de doscientos millones de pesos y que solo una planta eléctrica que obsequió a Funglode fue valorada en mas de siete millones. Confesó, con dolor, que una vez Leonel se instaló en el Palacio, actúo como si no lo conociera. Le cerró la puerta.
Parecería que sabía que los recursos que Quirino le proporcionó, no eran obtenidos por buena lid. Sin vacilar, firmó su extradición a los Estados Unidos, ¡que lo encarcelaran bien lejos..! como quien necesita el ambiente despejado para disfrutar, sin remordimientos, del producto de sus regalos. No tomó iniciativa de castigarlo aquí.
Diez años después, Quirino ha logrado su libertad. Reconoce que se equivocó al buscar mecanismos indebidos para elevar su nivel de vida, ayudar personas de sus afectos y a su comunidad. Siente el alivio de haber pagado por ello, con estoicismo.
Quiere que la sociedad conozca las terribles consecuencias de generar riquezas por medios ilegales y quiere que los que aceptan esos recursos, conociendo sus orígenes, también tengan el coraje de reconocer sus errores.
Quirino pasó años en la cárcel, sufriendo por soledad, remordimientos, por su familia desamparada, por el daño social que hizo y observando lo que son capaces de hacer líderes políticos para escalar y mantenerse en el poder. Le dolió ver a quienes supuestamente favoreció, disfrutando, sin recordarse de su existencia ni tenderle las manos a sus hijos. Es una espina que tiene en el corazón. Necesita sacársela.
Pienso que si Quirino cumplió su condena y su arrepentimiento es sincero, debemos ayudarlo a reintegrarse a la sociedad, a transitar el camino del bien, a evitar recaída.
Trasdar mal ejemplo a la nación con el narcotráfico y supuestamente ayudando gobernantes, quiere una reivindicación integral, desenmascarando los falsos profetas, sacando los mercaderes del templo. Considera que es la mejor forma de ayudar la sociedad y decirle, ¡Perdónenme!
Por otro lado, las reacciones de Leonel a estas imputaciones han sido desconcertantes. No ha negado que recibiera esos regalos. Ha declarado que “se siente orgulloso y satisfecho por las acusaciones que ha recibido de Quirino, pues “ponen de manifiesto la firmeza con que enfrentó a esos sectores del crimen transnacional organizado a quienes extraditó en cumplimiento de la ley”.
Dice que hay una campaña en su contra porque es el favorito para ganar las elecciones del 2016, según las encuestas.
Me pregunto, ¿recibió o no la ayuda de Quirino? Evade la respuesta. Se remonta a las Sagradas Escrituras “Dejen que los muertos entierren a sus muertos”. Leonel, por favor, no debes dejar suelta la interpretación a esta cita bíblica, pues cuando un muerto sale de su tumba y arremete públicamente contra un vivo, mas aun líder nacional, es porque el caso es de gravedad.
Por respeto a la nación, Leonel debe hablar claro, como lo hizo Quirino. Los no fanatizados queremos entenderlo.
Venecia Joaquín
El Día
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