Se puede ser comunista, socialista, demócrata, derechista, creyente, ateo, macho, hembra, homosexual, heterosexual, bisexual, abstemio, blanco, negro, "indio", "jabao", joven, adulto, envejeciente, pobre, clase media, rico...y estar de acuerdo en algo muy simple: la administración pública debe sanearse y la justicia debe funcionar.
Rechazar la corrupción y la impunidad es una bandera que puede y debe ser enarbolada por gente de todo pelaje ideológico y con todo tipo de creencias, preferencias y condiciones. El camino es cuesta arriba. No nos distraigamos en fricciones improductivas.
Sara Pérez
Periodista
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