Por lo visto la cleptocracia gobernante está decidida a entregarle todo el país a la banca comercial, sus mecenas, una de sus alcancías más grande para periodos electorales. Legislan para obligarnos a todos a utilizar los bancos con el pretexto de que no hayan evasiones fiscales.
Bien, no hay problemas con la banca y que nos obliguen a todos lo dominicanos a darle una tajada de lo que producimos a los sacrificados banqueros. Existe una limitante, los burós de crédito. La muerte financiera de millones de dominicanos por un entramado mafioso que sentencia que tú debes, que eres malapaga o que no tienes derechos a reorganizar tus finanzas o a defenderte.
Son cientos de miles de casos de abusos denunciados de las vagabunderías de los burós crediticios y cada vez que un legislador quiere regular esos centros de delincuentes como por arte de magia se desvanecen.
Utilizan un sistema de traspaso de deudas de instituciones que no existen a otras vigentes, cada vez que un caso vence (diez años), no se sabe mediante qué mecanismo ilegal habilitan esas deudas como si fueran recientes y lo peor de todo, suministran un perfil del ciudadano denigrante sin haber nunca indagado las razones de la litis con el reclamante ni entrevistar al desacreditado.
Para evitar las transacciones en efectivo y recaudar más impuestos el gobierno debe primero regular a los burós de crédito, un lucrativo negocio que bajo el esquema que labora en República Dominicana deberían estar todos cerrados y sus directivos en la cárcel.
Acaben con las injusticias de los burós de crédito, habrán menos transacciones en efectivo y así ayudarán a los pobres banqueros a ser más megamillonarios.
Luis Del Monte / DLRD
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