Miguel Ceara Hatton, economista.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Todos los pronósticos previos, aun los más agoreros, quedaron cortos cuando describían la magnitud del daño fiscal provocado por el gasto descontrolado de la pasada administración.
Un déficit equivalente al 8 % del producto interno bruto es, como dice el economista Miguel Ceara Hatton, el peor que haya conocido la economía dominicana desde siempre. Sin la mordaz beligerancia con la que acostumbró a descalificar a los economistas críticos con el gobierno de Leonel Fernández, el ministro de Economía, Temístocles Montás, debió reconocer, cuidándose de mencionar causas, que sin nuevos impuestos la sostenibilidad es impensable. La solidez económica estalló como una pompa de jabón.
Preguntarse que pasará de aquí en adelante solo da pie a desalentados presagios generales y a una rotunda certeza concreta: cual que sea la reforma finalmente aprobada, será la población quien pague las consecuencias de esta debacle gestada a sus espaldas durante los últimos ocho años. “La realidad es dura”, afirmó el presidente Danilo Medina durante la reunión con el Consejo Económico y Social. Y verdaderamente lo es.
7dias.com.do habló con Miguel Ceara Hatton sobre los alcances económicos y sociales de esta propuesta cuyas consecuencias, dice, no serán otras que una mayor miseria.
Miguel Ceara Hatton.
¡Guao!, señor economista, con este proyecto de reforma fiscal el gobierno parece querer sacarnos el “bofe”. ¿Sí o no?
Así es. Entre 2008 y 2011 el déficit consolidado de la economía estuvo en el 4% del PIB y en 2012 salta a 8.1%; el déficit del gobierno central estuvo en alrededor del 3% para los mismos años de 2008 a 2011 y en 2012 salta a 6.8% del PIB. No hay forma de explicar ese salto por fuerzas económicas o por una dinámica económica. Ahí actuó una acción deliberada de aumentar el gasto público con propósitos espurios. Lo peor es que el equipo económico que creó esa situación o que guardó silencio mientras se expandía el gasto y se violaban las leyes, es el que nos dice ahora que el “gobierno pasado” creó una crisis fiscal consolidada de 187,346 millones de pesos y del gobierno central de 155,946 millones.
Debo agregar que desde 1947, cuando comienzan a registrarse estadísticas del PIB, nunca se había producido una situación de esta magnitud. Esto es sencillamente un abuso y deben establecerse responsabilidades, pues nadie puede alegar ignorancia ya que esta situación fue advertida desde enero por muchos economistas responsables para que se frenara el gasto y no se hizo nada. Ahora las consecuencias son más hambre y miseria para el pueblo dominicano y eso “llora ante la presencia de Dios”
Mira, esto ha sido un caos tan grande, que el presupuesto original de 2012 fue de 430 mil millones de pesos y las proyecciones del gobierno de ejecución de 2012 son 539 mil millones, unos 109 mil millones más, un 25% más la ejecución. No hay forma de que el mismo equipo económico no se diera cuenta de lo que estaba pasando.
Además, la propuesta deja a los actores sociales haciendo bembitas. El Foro Ciudadano propuso un presupuesto sin impuestos, y el gobierno quiere gravar hasta el aire.
La propuesta del Consejo de Economistas del Centro Bonó para los grupos sociales del CES, se hizo muy ponderadamente. Estableció el 4% para educación, aumenta el gasto en salud, cubre el déficit eléctrico y del Banco Central, paga los compromisos de deuda pública y le asigna recursos a la mayoría de los ministerios en niveles similares o ligeramente superiores a los del 2011. Todo ello se puede hacer sin un solo centavo de impuestos. Claro, estamos hablando de prioridades y de servicio al pueblo dominicano.
Debo decir también que la propuesta hace énfasis en la transparencia y en la necesidad de mejorar la calidad del gasto, en la exigencia de hacer un pacto fiscal pero sobre todo en demandar del gobierno un mecanismo de consecuencias y de responsabilidades de la situación actual para evitar que vuelva ocurrir lo acontecido en 2012 en materia de ejecución presupuestaria. No se puede volver a permitir que un grupo de funcionarios enloquecidos y ambiciosos y hasta perversos generen un gasto irresponsable y violatorio de todas las normas de control y gestión presupuestaria para apropiarse de lo ajeno, empobreciendo a la gente y eso se quede sin ningún tipo de consecuencia.
Pero explíqueme, ¿cuáles efectos tendrán sobre la población y sobre el aparato productivo la casi universalización del ITBIS y la eliminación de exenciones a sectores clave?
El ITBIS es el impuesto más regresivo, pues un hogar que recibe, por ejemplo, 20 mil pesos gasta el 100 % de sus ingresos en consumo, mientras que un hogar que recibe 600 mil, ahora que están de moda los salarios y las pensiones casi millonarias en el gobierno, muy probablemente gastará mucho menos del 100% en consumo. Si gasta la mitad en consumo pagará impuestos por el 50% de sus ingresos, mientras que la familia que recibe 20 mil pagará por el 100% de sus ingresos. Eso es una injusticia.
Es esperable que con estas medidas impositivas aumente el desempleo, la inflación y se deteriore el salario real. Es decir, estamos abocados a una disminución del crecimiento económico.
Dice la Presidencia que el 1.9% del 4 % para la educación saldrá de la reducción del gasto público. ¿Dónde está ese ahorro, que no lo veo, en la propuesta entregada al Consejo Económico y Social?
El Gobierno no ha presentado la evidencia empírica para hacer esa afirmación. He tratado de utilizar las estadísticas que publicaron junto al anuncio del paquetazo impositivo, que algunos lo llaman como el “paquetazo del conconete” y otros del “friquitaqui”, y no se deduce ese ahorro de la propuesta. Deben dar todos los detalles de la propuesta para poder trabajarla, ver los supuestos, etc. Nosotros, los miembros del Consejo de Economistas, trabajamos con los detalles del presupuesto y mostramos que era posible un presupuesto para 2013 cumpliendo las metas sociales sin impuestos.
¿Le cantan "nocaut" a la competitividad?
Es muy probable, por lo menos en la forma en que lo conocemos ahora. El tema de la competitividad es muy preocupante pues detrás de la reforma tributaria que fue presentada, el gobierno manda el mensaje de que “si usted es político puede hacer lo que le da la gana y no le va a pasar nada porque además, en este gobierno, está protegido por la Dirección de Ética”. La consecuencia de ello es un daño mortal a la institucionalidad.
Resuma, si se puede, el efecto de esta reforma en la macroeconomía y en el anónimo bolsillo de la gente. No debería opinar, pero me luce que será algo así como el de una bomba de neutrones. ¿Me equivoco?
Te diría que habrá más pobreza, inflación, desempleo y al mismo tiempo se refuerza la impunidad con el “borrón y cuenta nueva” ahora protegida por la Dirección de Ética. Este es un daño terrible a la institucionalidad porque crea un país sin orden, y esto se refleja en la competitividad, donde uno de los principales problemas es la falta de institucionalidad. Pero también se refleja en la desesperanza y en la desigualdad de la población que tiene que pagar por los platos rotos de un grupo de funcionarios que ahora exhiben sus riquezas mal habidas, lo cual manda el mensaje a nuestra sociedad y a nuestros jóvenes de que lo mal hecho queda impune cuando una corporación nos gobierna.
Margarita Cordero
7dias.com.do
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