Una demanda que dignifica
“Los inmorales nos han igualado”.
Enrique Santos Discépolo. Si el difamador profesional me difama, como ha hecho con todo el que lo adversa desde hace más de 50 años, debo sentirme orgulloso. Significa que estoy en el camino correcto. Me siento halagado.
Si el secretario de organización del PLD y senador por San Juan de la Maguana Félix Bautista me demanda, como lo hará contra los dignos ciudadanos Andrés L. Mateo, Jaime Aristy Escuder y José Alejandro Ayuso, me consideraré un hombre honrado.
He dicho en radio, televisión, redes sociales, prensa escrita, etc., tanto o más que los queridos amigos Andrés, Jaime y José Alejandro. Por lo tanto, espero recibir la notificación judicial para sentarme en el banquillo de los acusados junto con ellos. Y si me condenan, como es probable por el control que tiene del poder judicial, juro que iré a la cárcel satisfecho.
Ahora bien, si me sentaran en el mismo banco, junto a Félix Bautista, acusado de lo mismo, juro por mis hijos que me suicido antes de ir a juicio.
Suscribo todo cuando han dicho o escrito Jaime, José Alejandro y Andrés. Formo parte de su coro contra aquellos que desfalcaron el Estado sin que el Ministerio Público los haya investigado a pesar de que la Constitución es bastante clara en el artículo 146 sobre “Prescripción de la corrupción”.
Todos los ciudadanos amantes de la paz y la justicia, los ciudadanos probos, los que no se han robado el dinero del pueblo, los combatientes del flagelo de la depredación, deben procurar que el señor Bautista los meta en el expediente por difamación e injuria, no en Estados Unidos donde quiere montar un show, sino aquí en el país donde se cometieron los hechos que se le imputan.
Los integrantes de la Sociedad Civil, de Alianza País, del PRD moral, de grupos de izquierda, sindicatos y colegios de profesionales deben pedir que Félix Bautista los someta por las mismas razones. ¡Vamos todos a suscribir la denuncia que sirve de base a la acción legal del secretario de organización del PLD!
La acusación contra Andrés, Jaime y José Alejandro no es contra ellos, es contra todos los que combatimos la corrupción. Contra todos los que no han podido comprar ni extorsionar. Es una amenaza contra la libertad de expresión y difusión del pensamiento. Es un chantaje inaceptable.
En audiencia le preguntaremos al señor Bautista cómo logró aumentar sus bienes si en primera declaración de bienes juro tener medio millón de pesos y años después se destapa con una fortuna. ¡Hay tantas interrogantes sin respuestas!
El artículo 146, numeral tres de la Constitución dice: “Es obligatoria, de acuerdo con lo dispuesto por la ley, la declaración jurada de bienes de las y los funcionarios públicos, a quienes corresponde siempre probar el origen de sus bienes, antes y después de haber finalizado sus funciones o a requerimiento de autoridad competente”. (Es por eso que Bautista se va a Estados Unidos).
Como puede verse, no es Jaime, ni Andrés o José Alejandro, éste último abogado con estudios en Francia, quienes tienen que probar que los bienes de Bautista son ilícitos, es el demandante (Bautista) quien tiene que “probar el origen de sus bienes”. (En Estados Unidos no, por ahora).
Y si no puede explicar la manera como obtuvo su inmensa fortuna, la Constitución dice que: “…a las personas condenadas por delitos de corrupción les serán aplicada, sin perjuicio de otras sanciones previstas por las leyes, la pena de degradación cívica, y se les exigirá la restitución de lo apropiado de manera ilícita”. (En Estados Unidos no, pero cuando comience el juicio, si es que se da, tendrá que explicar muchas cosas).
Si Félix Bautista prueba que su fortuna es lícita, formaré un comité de ciudadanos para reclamar le otorguen el Premio Nobel de Economía. Y más aún, me inscribo en el glorioso PLD para promover sus aspiraciones presidenciales.
Juan Taveras Hernández (Juan TH)
Foto original: acento.com.do