República Dominicana debe dos mil doscientos millones de dólares de la factura petrolera, no existe una sola obra hecha con los beneficios de este acuerdo y para colmo, no cumple con el suministro de alimentos a los venezolanos.
Los beneficios del acuerdo han sido dilapidados alegremente en clientelismo político, salarios exhorbitantes, viajes, francachelas y obras suntuosas que retribuyen pingües beneficios a los asociados y miembros del estrecho círculo de la claque gobernante.
Para que los dominicanos tengan una idea de la magnitud de lo que pudo haberse hecho con la bondad del presidente venezolano Hugo Chávez, solo hay que tomar como ejemplo que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelegido con el 63% de los votos emitidos en las recién pasadas elecciones presidenciales de su país. Cuando Ortega asumió, en Nicaragua habían más horas de apagones eléctricos que en la República Dominicana, aprovechando los beneficios de Petrocaribe, Daniel Ortega conjuró este problema y hoy no existen los apagones.
El señor Fernández en cambio, con las mismas facilidades, lo que posee son, cientos de miles de familias que antes tenían empleos y negocitos familiares, atados a la tarjeta Solidaridad, con el respectivo listado que se chequea en las mesas electorales cuando llegan las elecciones.
Los dominicanos pagan los combustibles más caros de América Latina, el Gobierno Dominicano obtiene más beneficio mercadeando el petróleo venezolano, que los venezolanos vendiéndonoslo a nosotros.
Increíble.
Lea reporte de José Antonio Torres en El Nacional aquí.
Luis del Monte / Desde La República Dominicana
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