Cuando todavía no ha pasado el asombro de uno de sus artículos, llega la semana siguiente otro que me deja anonadado, babeando. Y oiga bien, yo leo a todos los maestros del periodismo de este país, sin importar banderías políticas ni tema a tratar. El periodismo dominicano es de primera, tan bueno como el español, colombiano, argentino, venezolano, peruano o chileno.
De quien hablo no es mejor ni peor que otros tantos buenísimos profesionales dominicanos del arte de escribir bien. Esta chica me pone la carne de gallina, me enamoro de la forma como coloca las mismas palabras que están en el diccionario que ambos usamos. Sé que además de una base sólida profesional, de mucha cultura, conjuga mucha experiencia, mucho vivido y también ese don de saber expresar lo que quiere decir, de manera clara y precisa.
Como no tengo formación sobre la materia ni una base cultural amplia, muchas veces me enojo al no poder tener la habilidad de escribir algo decente, aceptable, digno de que alguien diga: ¡pasaste con C! Me quemo las pestaña desentrañando dónde está la clave que utilizan y no la encuentro. Creo que perdí mis mejores años en otras ocupaciones que no fueron nada rentables y ya es muy tarde para desarrollar y aprender lo necesario para este encantador e ingrato oficio.
Pero el tema no es mis lamentaciones personales, sino el regalo hecho a todos los dominicanos por el magnifico dúo conformado por Fausto Rosario Adames y Gustavo Olivo Peña: Sara Pérez. Los asiduos visitantes de este lugar saben que siempre aparece su nombre por algún lugar, pero hoy quiero invitarles a leer su más reciente trabajo: Rabo de nube, entonces entenderán por qué exclamo a todo pulmón: ¡Qué tipa más espectacular! Os invito a leerlo entrando aquí.
Marihal / Desde La República Dominicana
Foto: Rabo de nube by Kevin Vásquez "Aurinegro en Caracas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario