La entrega, custodiada por agentes policiales y seguridad privada, era desde RD$2,000; RD$2,500 y RD$3,000, según quien lo otorgara.
Los nombres exactos de los dirigentes no fueron revelados, aunque muchos mencionaban a El Rubio (Rafael) y a Esther como dos de las personas que hicieron el listado de los beneficiarios.
El reparto empezó en horas de la mañana, bajo una metodología que recordaba los procesos de votación, excepto por el secretismo en que se desarrollaba, pues la mayoría alegaba no saber nada cuando se le preguntaba.
A la entrada del club, un grupo de hombres vigilaba en la puerta para que no pasara nadie sin su cédula, mientras un par de mujeres verificaba que los que entraran estuviesen en el listado. Otros podían pasar sólo con mostrar la cédula y mencionar el nombre del dirigente que lo había inscrito.
“Yo soy del grupo de Esther”, comentó una mujer que comandaba un grupo, ocasión que aprovechó DL para entrar al club. Tras cruzar el patio hasta el salón, las filas eran largas.
Los convocados entregaban su documento, y luego debían esperar a que les llamaran para recibir el dinero. En una de las tres mesas habilitadas, una persona verificaba nueva vez que estuviesen en la lista, luego le entregaban un cheque del Banco de Reservas, que le cambiaban en otra de las mesas, para que los agraciados se llevaran su dinero en efectivo.
“Tienes que fijarte bien cuando te entreguen el cheque, y no dejes que lo cambie otra gente. Tiene que ser el que te inscribió. Y dígale que son 3,000 pesos, porque ellos se lo están cogiendo y, si uno no protesta sólo te dan 2,000”, alerta un señor, mientras espera que alguien grite su nombre desde el otro lado de la soga que divide la fila. El lleva tres años recibiendo el dinero que le dan para la cena de Navidad. “El Rubio” dirige el comité al que pertenece, según dijo. “Ese dinero viene de arriba, de la Presidencia”, comenta.
En la entrada del local, uno de los vigilantes de la puerta declaró que era el pago de los sindicatos portuarios. Una mujer afirmaba que se trataba de una ayuda. Varios coinciden en que es un regalo de Navidad, pero casi nadie se atrevía a decir quien lo mandaba. Alegaban no saber. Cuando se preguntó a los organizadores, la respuesta fue que la prensa tenía que salir del lugar, y para asegurarse, un policía la custodió hasta la salida.
Tania Molina
www.diariolibre.com
http://www.diariolibre.com/destacada/2014/12/20/i934871_peledestas-reparten-000-efectivo-simpatizantes.html
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