El Canciller de la República ha pedido "paciencia" a la población con respecto a las acciones del gobierno ante la situación haitiana. Desafortunadamente, en situaciones que evolucionan día a día, y a veces, de hora a hora, la paciencia no tiene lugar.
Haití es un barril de pólvora. Su grave crisis política que se refleja en los deseos del presidente Martelly de gobernar sin Congreso a través de la posposición sin fecha de las elecciones, ha creado un caldo de cultivo que ha destruido la paz política y le resta legitimidad a los poderes públicos.
Junto a ello, en el vecino país se ha corrido la voz de que la República Dominicana va a "legalizar" a todos los haitianos que se encuentren en nuestro territorio. No importa si la cuestión es cierta o falsa. Lo importante es cómo actúen los haitianos ante la noticia y ya sabemos cómo lo están haciendo: cruzando en grandes cantidades y por cualquier lugar de la frontera en espera del "sueño dominicano".
Entonces, no se trata de tener paciencia, sino de tomar acciones y eso es lo que no ha estado haciendo el gobierno nacional.
El Gobierno no se ha atrevido a enviar una señal clara con relación a la migración ilegal y ni siquiera se han visto acciones para acelerar el proceso de regularización. Todo es vacilación y duda y se dice que hasta están ofendidos porque Leonel Fernández ha sacado provecho político de la situación.
Sin un mensaje claro el resultado es previsible: una crisis migratoria sin solución.
Adriano Miguel Tejada
atejada@diariolibre.com
www.diariolibre.com
http://www.diariolibre.com/opinion/2014/12/03/i910351_vacilacin-duda.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario