Los medios de comunicación de los grupos empresariales y políticos han omitido publicar los reclamos de el narcotraficante confeso, quien cumplió su deuda con la sociedad en la cárcel, Quirino Ernesto Paulino Castillo.
Quirino Paulino le demanda abiertamente al expresidente Leonel Fernández una supuesta deuda de casi RD$200 millones. Según él, se cansó de solicitar en privado su dinero y como nadie ha obtemperado a su llamado a devolverle lo que considera suyo, tomó el camino de la denuncia en los medios con el fin de sensibilizar a su supuesto deudor.
Esto es un problema personal entre Quirino y el exmandatario, ellos sabrán los negocios que realizaron y también cuánto hay de verdad o de mentiras en este diferendo de marca mayor, un verdadero escándalo más de la narcopolítica dominicana.
Desde el mismo momento en que observamos la autocensura de los medios de comunicación, el silencio lúgubre de las plumas financiadas con el dinero del Estado y de los naZionalistas dueños del patriotismo nacional y de la ética y la moral del Gobierno actual, solo nos vino a la memoria la figura de el pobre expresidente Hipólito Mejía.
Si el señor Quirino Paulino en vez de mencionar como supuesto asociado a Leonel Fernández hubiese estado asociado a Hipólito Mejía, se hubiese desencadenado una hecatombe mediática a nivel mundial.
El New York Times hubiese dedicado un editorial contundente exigiendo un procesamiento en los tribunales de justicia. El diario El País de seguro realizaba un reportaje sobre el poder del narcotráfico en la política en América Latina. Jorge Ramos estuviera en el país grabando un extenso reportaje para la cadena Telemundo y CNN, pasaría esta información cada cinco minutos durante 30 días.
El Cardenal hace rato demandando una acción judicial en la Suprema Corte de Justicia, los vinchos exigirían de inmediato la aprobación de los rayos X en las aduanas y las altas cortes conjuntamente con la JCE, ya estarían gestionando su invalidación como candidato a cualquier cargo elegible.
A Hipólito Mejía se le pueden criticar muchas cosas, pero ni robó ni mató. Ni se asoció con nadie de quien su familia y seguidores tengan hoy día que avergonzarse.
Otros, tienen que dar explicaciones, explicaciones claras porque Quirino será un delincuente pero no se come su mierda y lo que está reclamando no es hacer daño político a ningún líder, sino que su dinero, que lo tomaron para ganar unas elecciones y luego le firmaron una extradición le sea devuelto. Los leonelistas están desesperados y no son ellos que tienen que salir a la palestra a poner banderillas sobre las acusaciones, quien tiene que hablar y dar su versión es el acusado de tomar supuestamente dinero de un narcotraficante para su campaña política y para su FUNGLODE, y que supuestamente no ha pagado.
Hoy la figura de Hipólito Mejía es más grande, ha crecido inmensamente, porque todos sabemos lo que hubiese sucedido si en vez de Leonel Fernández hubiese sido él el que supuestamente debe casi RD$200 millones a un confeso narcotraficante. El pobre Hipólito Mejía.
Juan Santos / Desde La República Dominicana
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