José Carlos Capel, crítico gastronómico y quien tiene además un blog en el diario El País de España , en 2011, escribió el artículo: ¿Alguien sabe de aceites? Como los latinos tenemos la mala costumbre de comprar todo lo que esté embotellado, enlatado o envasado al vacío y que tenga una etiqueta que diga que está hecho en un país desarrollado, queremos reproducir este párrafo de su trabajo.
No se qué pensarán nuestros visitantes pero tenemos la ligera sospecha de que millones estamos siendo timados por los fabricantes y distribuidores de aceite de oliva virgen extra. De esto hace cuatro años, son muchas las botellas que he consumido durante este cuatrenio de aceite de oliva nosequé.
"Lo que le faltaba al aceite de oliva español, tan maltrecho y descontrolado en nuestro mercado. Admito apuestas. Dirigios a un lineal de cualquier supermercado. De cada 10 botellas que reseñan en la etiqueta “virgen extra” 8/9 no lo son.
Estoy harto de encontrarme con pésimos aceites de oliva en los desayunos de los hoteles y de ver de qué forma falsos vírgenes-extra arruinan ensaladas en los restaurantes como me sucedió hace dos meses en El Charolés (El Escorial) con una botella de la marca Rafael Salgado.
Por eso admiro tanto a los pocos elaboradores / envasadores que producen vírgenes extra en pequeñísimas cantidades, que luego tienen que venderlos fuera de nuestro país porque aquí nadie les paga la calidad.
Marihal / Desde La República Dominicana
Fuente: Gastronotas de Capel
Fotos: Botella propiedad del autor, aceite virgen extra Marqués de Griñón
Arbequina / 2013. Marquija de Tajo, Toledo; España.
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