El Congreso nacional conformó hoy una Comisión bicameral que “defenderá a la República Dominicana en parlamentos extranjeros”, y la preside el senador Prim Pujals. No es nada nuevo que en el Congreso de la República se busquen formas muy originales de consumir un abultado presupuesto que sirve únicamente para usufructo de ellos mismos. Nuestro Congreso tiene la gloria de ser en el mundo el único que legisla sin ningún pudor en su propio beneficio. Es natural, por lo tanto, que aprovechando todo el aspaviento del nacionalismo se den un viajecito a algunos países pagados por el erario. Algo que podrían resolver utilizando la tecnología de un mundo que, como decía Marshal Mcluhan, se ha convertido en un pañuelo.
Pero lo que el país debería recordar es el hecho de que el Presidente de esa Comisión de viajeros es el senador Prim Pujals, el mismo que presidió la Comisión de investigación sobre el origen de la fortuna del también senador Félix Bautista, y quien, durante meses, usó el Senado de la república como un foro de debate destinado a salvar de las acusaciones de corrupción a su colega. Durante meses, en sesiones que convirtieron al senado en un tribunal parcializado, desfilaron por ese teatro periodistas, abogados, políticos, ingenieros, ex jueces, etc. quienes fueron sometidos a vejámenes e interrogatorios intimidantes, dirigidos a exculpar al senador. Esa Comisión presidida por Prim Pujals también viajó a Perú, gastó una cantidad desconocida de dinero del erario, y más de dos años después todavía es la hora que no ha rendido ningún informe al país.
Antes de volver a usar el dinero público presidiendo una Comisión bicameral, el senador Prim Pujals debería recordar que le debe un informe al país.
Andrés Luciano Mateo
Escritor y catedrático
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