Nuria Piera tiene que ser una molestia para los ostentadores del poder político, pues su vocación de ir más allá de lo evidente en el quehacer periodístico le ha permitido poner al descubierto muchas irregularidades e indelicadezas cometidas por quienes dirigen la cosa pública.
Los funcionarios, antes de aceptar el cargo, deben estar conscientes de que pueden ser sometidos en cualquier momento al escrutinio público y hasta a críticas por como manejan las instituciones.
Una de las tantas responsabilidades del periodista es sacar a la luz pública los trapos sucios y el deber de las instituciones es lavarlos o velar porque sean lavados. Así de simple.
Si en algún momento alguien se siente difamado tiene los mecanismos legales para dirimir sus reclamos.
Ahora bien, se debe tener cuidado, porque hay quienes se quieren pasar de listos y utilizan mecanismos seudojurídicos para intentar intimidar. Esos recursos son tan peligrosos y condenables como el uso de la fuerza misma.
Intimar a anunciantes con la amenaza de que serían “judicialmente responsables” por apoyar un medio, en este caso un programa de televisión, entra en ese terreno.
El actual superintendente de Seguros es un político de larga data y que ha jugado un rol importante en procesos de consolidación de la democracia dominicana, por lo que nos atrevemos a sugerirle que reconsidere su accionar y canalice de otra forma sus diferencias con la periodista Piera.
Editorial El Día
http://www.eldia.com.do/editorial/2011/8/23/60508/Nuria-y-Euclides
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