Un tribunal condenó al pago de un millón de pesos al propietario de un laboratorio acusado de espiar a sus empleadas con una cámara en el baño de las mujeres
La Primera Sala del Juzgado de Trabajo también dispuso que José Manuel Maríñez, propietario del Laboratorio Clínico Xiomara Veloz (Laclive), ubicado en la avenida Charles de Gaulle, en el Distrito Nacional, pague las respectivas prestaciones laborales a las empleadas Yuberkis Massiel Coronado y Safety Valez.
La juez-presidenta del tribunal, Cleopatra González, tras declarar por causa justifica resuelto el contrato laboral que ligaba a las partes, acogió las pruebas presentadas por los abogados de las dos demandantes por considerar que violan la intimidad de las empleadas y clientes del laboratorio.
El caso fue puesto en manos de la Justicia hace más de un mes cuando las jóvenes descubrieron que en el baño del local había una cámara oculta.
En el principio XII del Derecho Laboral “se reconoce como derecho básico de los trabajadores el respeto a su integridad física, a su intimidad y a su dignidad personal”. Es la primera sentencia que por demanda de esa índole evacua un tribunal laboral dominicano.
La juez-presidenta del tribunal, Cleopatra González, tras declarar por causa justifica resuelto el contrato laboral que ligaba a las partes, acogió las pruebas presentadas por los abogados de las dos demandantes por considerar que violan la intimidad de las empleadas y clientes del laboratorio.
El caso fue puesto en manos de la Justicia hace más de un mes cuando las jóvenes descubrieron que en el baño del local había una cámara oculta.
En el principio XII del Derecho Laboral “se reconoce como derecho básico de los trabajadores el respeto a su integridad física, a su intimidad y a su dignidad personal”. Es la primera sentencia que por demanda de esa índole evacua un tribunal laboral dominicano.
María Teresa Morel / El Caribe
Vídeo: Telesistema
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