La empresaria de Higüey Wilma Teresa Martínez Barreiro, reportada como desaparecida desde hace un mes y diez días, fue asesinada, decapitada y su cabeza entregada a un desconocido con la promesa de pago de dos millones de pesos, según espeluznante relato hecho a la Policía por una de dos mujeres implicadas en el homicidio.
Crismeily Guerrero, a quien el 8 de julio Wilma dejó en su casa al cuidado de un niño suyo para abordar una yipeta en compañía de tres hombres y dos mujeres, confesó que junto a su media hermana Erika de la Cruz Rijo, participó en el rapto de la dama, que fue amordazada, asfixiada y cercenada su cabeza.
La mujer llevó a los investigadores policiales al lugar donde fue encontrado, en una zona deshabitada de la carretera Miches-El Seibo la osamenta que se cree corresponde a la empresaria higüeyana, quien había retornado de retirada desde Suiza, donde residió por años.
A pesar de que Wilma habría sido asesinada hace más de un mes, ayer sus familiares recibieron tres llamadas telefónicas de presuntos captores que exigían el pago de 2.5 millones de pesos por su liberación.
Se trata de un crimen horrendo con todos los elementos de asechanza, premeditación y barbarie porque los asesinos de esa empresaria habían negociado previamente la entrega de su cabeza a alguien que pagaría dos millones de pesos.
Es obvio que en ese rapto y asesinato participaron otros individuos, además de las dos mujeres inicialmente acusadas del hecho por la Policía, una de las cuales -Crismeily- quedó al cuido del bebé de la Wilma el día en que la víctima salió de su casa en compañía de tres hombres y dos mujeres.
El secuestro y asesinato de esa empresaria consterna a una sociedad que no sale del asombro por el nivel de saña que emplearon sus asesinos al asfixiarla y decapitarla para vender su cabeza a un ofertante aún no identificado.
Ministerio Público y Policía están compelidos a esclarecer tan abrumador suceso, sin dejar ningún cabo suelto, a los fines de que los autores materiales e intelectuales de ese asesinato sean castigados con la pena máxima de reclusión que impone el Código Penal vigente.
Editorial El Nacional
http://elnacional.com.do/editorial/2011/8/18/92212/Horrible
Viñeta: Cristian Hernández
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