José Silvestre.
Conociendo la probable fuente de la que pudo emanar la orden de asesinar a Silvestre, es un imperativo de las autoridades hacer cuantos esfuerzos sean necesarios para esclarecer este horrendo crimen.
El periodista José Silvestre fue audaz, claro y valiente en sus denuncias sobre las acciones del narcotráfico en La Romana y otras provincias del Este, y por eso, sin duda, lo asesinaron.
Silvestre fue secuestrado por cuatro desconocidos que ocupaban una jeepeta el pasado fin de semana y su cadáver fue hallado ayer baleado.
Ya había sufrido amenazas de muerte, agresiones físicas y hasta encierro en la cárcel, a causa de las constantes denuncias que publicadaba a través de su revista La Voz de la Verdad, generalmente involucrando a funcionarios, a militares y a civiles en el narcotráfico y en el contubernio con este negocio y en otros actos de corrupción.
Tenía valor personal, pues a pesar de las amenazas constantes no cejaba en sus denuncias ni era timorato a la hora de decir las verdades que iba descubriendo en su rol de comunicador.
Su asesinato es otra prueba palmaria de la impiedad y la intolerancia con que actúan los delincuentes y corruptos cuando alguien se les pone de frente y los desenmascara en sus turbios y aberrantes negocios.
Conociendo la probable fuente de la que pudo emanar la orden de asesinar a Silvestre, es un imperativo de las autoridades hacer cuantos esfuerzos sean necesarios para esclarecer este horrendo crimen, que enlutece a todo el periodismo independiente del país y que condenamos con toda la energía, llenos de estupor y asombro.
Editorial Listín Diario
http://listin.com.do/editorial/2011/8/2/198250/El-brutal-asesinato-del-periodista-Jose-Silvestre
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