No hay que dar muchas vueltas. La decisión del Gobierno de congelar los precios de los carburantes, pese al desplome de los precios del petróleo en los mercados internacionales y la estabilidad de la prima del dólar, constituye una burla para los consumidores.
El crudo cerró ayer a 86.63 dólares el barril. Pero de lunes a miércoles, que son los días que se toman como referencia para calcular las variaciones, sobre la base de un promedio, perdió alrededor de 10 dólares.
Sin embargo, el Ministerio de Industria y Comercio argumentó que no pudo transferir las rebajas a los combustibles porque las caídas se produjeron el jueves y el viernes de la pasada semana, además, y es lo más contradictorio, porque los descensos no necesariamente impactan en la cotización de los derivados.
Los alegatos contrastan con pretextos que en otras ocasiones han enarbolado las autoridades para justificar alzas en los combustibles, además de reforzar la percepción de que el Gobierno maniobra a conveniencia con los precios de las gasolinas, los tipos de gasoil, el gas y los demás derivados del petróleo.
Cada semana se pone más de manifiesto que la Ley de Hidrocarburos no es la que rige la tarifa de los carburantes en el mercado interno. La mejor muestra de la politización de los precios de los carburantes se evidencia en el hecho de que con un petróleo que cerró a 86.63 dólares el barril los combustibles están más caros que cuando el crudo alcanzó los 147.50 dólares.
Ahora no parece casualidad que antes de congelar los precios el Gobierno prorrogara por otros dos meses el subsidio de tres millones de galones de gasoil que concede a los empresarios del transporte para que mantengan la tarifa, a propósito bastante elevada, en los servicios de carga y de pasajeros.
Pero ya que Industria y Comercio optó por congelar en 237 pesos el galón de gasolina premium y 220.70 la regular, así como los precios de los dos tipos de gasoil y demás derivados, se tiene la esperanza de que la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) rebaje la tarifa eléctrica.
De acuerdo con el vicepresidente de la empresa, Celso Marranzini, el alza del petróleo, que definió como el gran enemigo del sector en los últimos años, fue lo que determinó el incremento de un 8% en la tarifa. Es la única esperanza.
Editorial El Nacional
http://elnacional.com.do/editorial/2011/8/6/90999/Burla
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