Juan Bautista (Gianni) Vicini Cabral
Juan Bautista (Gianni) Vicini Cabral
En DLRD nos unimos al luto que embarga a la familia Vicini por la muerte de su patriarca don Gianni Vicini Cabral. La desaparición física de uno de los grandes empresarios de nuestro país nos hace reflexionar sobre los valores y ejemplos que debemos seguir. Siendo cabeza de la familia más poderosa económicamente de la nación este caballero se mantuvo al margen de las candilejas sociales, del oportunismo político y de la ostentación frente a sus compatriotas.
Los hombres excepcionales en República Dominicana son escasos y cuando uno de ellos desaparece son activos irreemplazables. Los logros del señor Vicini no pueden medirse en función de la fortuna que logró incrementar para el patrimonio familiar, sino la inmensa riqueza que repartió a lo largo y ancho de la nación a través de los cincuenta años que se mantuvo al frente de sus empresas.
Miles de asociados, suplidores, subcontratistas, empleados, etc. son testigos fehacientes en cinco décadas de lo beneficioso que resultan las relaciones comerciales con emprendedores y empresarios generadores de riqueza que actúan de buena fe en los negocios.
Gente innovadora, inteligente, multiplicadores de empleos y multiplicadores de capitales que salpican de utilidades a toda la escala social. Nuestra mentalidad insular nos limita a evaluar a los grandes hombres por sus pequeños pecados y no por sus grandes hazañas.
La partida del señor Vicini toca la sensibilidad del mundo empresarial como en su momento ocurrió con Miguel Barceló, los hermanos León Asensio, Poppy Bermúdez, George Arzeno Brugal, Anthony P. Haché y muchos otros.
Entre los legados más valiosos que nos deja el señor Vicini se encuentran sus tres hijos, Felipe Augusto, Juan Bautista y Amelia Stella Vicini Lluberes, quienes desde 2007 continúan la fructífera labor de su familia.
Paz a sus restos.
Desde La República Dominicana
Juan Bautista (Gianni) Vicini Cabral
En DLRD nos unimos al luto que embarga a la familia Vicini por la muerte de su patriarca don Gianni Vicini Cabral. La desaparición física de uno de los grandes empresarios de nuestro país nos hace reflexionar sobre los valores y ejemplos que debemos seguir. Siendo cabeza de la familia más poderosa económicamente de la nación este caballero se mantuvo al margen de las candilejas sociales, del oportunismo político y de la ostentación frente a sus compatriotas.
Los hombres excepcionales en República Dominicana son escasos y cuando uno de ellos desaparece son activos irreemplazables. Los logros del señor Vicini no pueden medirse en función de la fortuna que logró incrementar para el patrimonio familiar, sino la inmensa riqueza que repartió a lo largo y ancho de la nación a través de los cincuenta años que se mantuvo al frente de sus empresas.
Miles de asociados, suplidores, subcontratistas, empleados, etc. son testigos fehacientes en cinco décadas de lo beneficioso que resultan las relaciones comerciales con emprendedores y empresarios generadores de riqueza que actúan de buena fe en los negocios.
Gente innovadora, inteligente, multiplicadores de empleos y multiplicadores de capitales que salpican de utilidades a toda la escala social. Nuestra mentalidad insular nos limita a evaluar a los grandes hombres por sus pequeños pecados y no por sus grandes hazañas.
La partida del señor Vicini toca la sensibilidad del mundo empresarial como en su momento ocurrió con Miguel Barceló, los hermanos León Asensio, Poppy Bermúdez, George Arzeno Brugal, Anthony P. Haché y muchos otros.
Entre los legados más valiosos que nos deja el señor Vicini se encuentran sus tres hijos, Felipe Augusto, Juan Bautista y Amelia Stella Vicini Lluberes, quienes desde 2007 continúan la fructífera labor de su familia.
Paz a sus restos.
Desde La República Dominicana
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