El expresidente dominicano Leonel Fernández habla en Hamburgo, Alemania; donde dijo que se siente como si estuviese viviendo allí los últimos años.
¡Piensa en Hamburgo… y nada!
¡Piensa en Hamburgo… y nada! Con esta frase, el entrenador de natación intentó sacarme de mis reflexiones tras contarle, que recién había leído el Diario Libre, que en su brillante visión del periodismo minimalista destacaba la declaración de Leonel Fernández, ex presidente en funciones en Alemania: “Me siento como si he estado viviendo en Hamburgo por los últimos años, siendo parte del espíritu de esta prestigiosa organización..."
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La lectura de sus declaraciones en esta mañana estival me sacudieron, como un Koan sacude al alumno Zen tras la provocación del Maestro, para que se enfrente con la verdad, con el significado espiritual que envuelve una frase casi incoherente que produce sorpresa e hilaridad. “Me siento como si he estado viviendo en Hamburgo por los últimos años…”
Lo que dicho así, podría empezar a descifrar uno de los enigmas políticos más trascendentes de la democracia dominicana. Esto condujo a muchas personas a interrogarse en torno a donde estuvo el ex presidente durante los años en que le tocó gobernar… Ya que muchos creían que estaba en la luna, en una burbuja, en otro mundo, que “vivía en otro país” del cual nadie conocía el nombre. Aunque el pueblo, no obstante su analfabetismo, tenía la certitud de que aquí no estaba, acusándole de “estar siempre en otra parte”, “fuera del país” del cual se ausentó para realizar sus 71 viajes.
Mientras intentábamos descubrir dónde estaba, muchos predijeron lo impredecible. Recuerdo aquel artículo de Sara Pérez, Apuntes para un Perfil de Leonel, los de Andrés L. Mateo y otros más, alertando sobre las implicaciones que encierran las patologías de la personalidad de ciertos políticos vinculados al ejercicio del poder, en los últimos tres lustros.
Hoy sabemos que Fernández ha estado “viviendo en Hamburgo todos estos años”, a través de sus sentimientos, mientras creíamos que nos gobernaba… Podemos explicarnos esa compulsión viajera que lo conduce a cualquier parte, a querer salir del país, a estar en otro lugar, aun estando aquí. Corroborando esa necesidad del colonizado de buscar en la metrópolis lo que no existe en la colonia, donde nunca pasa nada, porque “todo lo bueno viene del afuera”, constante ideológica del esclavo afro caribeño, que se repite y se recrea a través de los tiempos. Y que Franz Fanón, siempre presente y oportuno, nos recuerda: “Todo pueblo colonizado - es decir todo pueblo en el seno del cual ha tenido nacimiento un complejo de inferioridad, debido a la eliminación de la originalidad cultural local - se sitúa frente a frente al lenguaje de la nación civilizadora, es decir de la cultura metropolitana.”
[2] El colonizado en el intento de escapar a su pasado hará suyo los valores culturales de la metrópolis. El será tan blanco que terminará rechazando sus orígenes, y su negritud.
Esta ausencia-presencia, desde la cual nos habla nuestro “padre de la educación”, abogando por un “nuevo paradigma mundial” desde Hamburgo, no debe ser tomada a la ligera, pues refleja el “sacrificio” que este hombre secuestrado por el poder ha venido haciendo, al punto que parece seguir gobernando bajo los efectos de nuestra incomprensión. Leonel puede haber pensado que ha nacido en el lugar equivocado, para desgracia de él, pero sobre todo del pueblo dominicano. Este hombre que siente que ha estado en otra parte todos estos años, no nos ha engañado, le pertenece a Alemania posiblemente, a otro universo tal vez - siendo este un buen momento para que sea oficialmente reconocido como tal y no como el hijo de Villa Juana.
Y que los dominicanos empecemos a pensar seriamente en lo que vamos hacer con él, cuando llegue por aquí, no vaya a ser cosa que nos sorprenda con una de sus brillantes declaraciones, anunciando que ha decidido venir y quedarse para siempre, ahora que tenemos un nuevo Presidente, que sí parece (y esperamos ) estar viviendo aquí.…
[1] Diario Libre,!Vaya Perla! 18 de Sept.2012
[2] Fanon, Franz pp14 Peau Noire, masques blanches
Edit Seuil,1952 Paris. France
Amanda Castillo
Antropóloga
AQUÍ Y AHORA
Acento.com.do
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