Vaticinamos que esta será la foto del año en República Dominicana.
"La imagen se logró porque estuve en el lugar exacto en el momento preciso"
AEROPUERTO LAS AMÉRICAS. Fueron 17 minutos bajo un torrencial aguacero, hasta que la puerta de la aeronave matrícula norteamericana N831JP fue abierta. El primero en salir fue el piloto, con cara de poco amigo. Luego descendió el Fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso, seguido de Frank Soto, Director Nacional de Persecución y Criminalidad Compleja.
Por el gesto del Fiscal, a quien saludé y me dio la espalda, parece que mi presencia no era grata allí, en la rampa, a unos 500 metros de la terminal, al lado del avión que condujo a Sobeida Félix Morel al país.
Como ya la puerta de la aeronave estaba abierta, pude observar que Sobeida se maquillaba y traté de fotografiarla con mi camarita digital, pero recibí el primer reproche. "Usted no puede estar aquí", me expectó el Fiscal Moscoso Segarra, lo que fue secundado por Frank Soto. Me hice el sordo, y para no incidentar, retrocedí unos metros.
Cinco minutos más tarde llegaron varios miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA), y me extrañó que ninguno portara armas.
Llegan "los americanos"
Pasaron siete minutos cuando vi acercarse dos vehículos tipo "Van", con funcionarios de la Embajada de los Estados Unidos.
En ese momento el ambiente se me tornó difícil, porque desde uno de los vehículos se desmontó una persona blanca y rubia, sudorosa, sin identificación. Por su acento noté que no era dominicano.
El "americano" me planteó que yo no podía estar ahí, y le respondí que sí, porque tengo un carnet que me permite estar en esta área del aeropuerto y estoy asignado por Diario Libre en este lugar donde se origina una noticia de mucha importancia.
El señor me insistió que me marchara del lugar. Le mostré mi identificación de las autoridades del aeropuerto que me autorizaba a acceder a ese lugar, y le pedí que me mostrara la suya. Como él lo dudó, yo no dudé y pasé a la ofensiva y exclamé a viva voz: "Quiero decirle que soy dominicano, acreditado por un periódico dominicano y con carnet del aeropuerto, y usted no puede siquiera identificarse".
En ese instante arribaron presurosos desde la Base Aérea de San Isidro, por donde estaba previsto inicialmente que aterrizara el avión, los integrantes de la seguridad personal del Fiscal y el escuadrón anti terrorista de las Fuerzas Armadas
El "americano" cogió fuerza y siguió insistiendo, y llamó a uno de los militares para que me expulsara del lugar, pero en ese preciso momento un agente de la DEA le estaba colocando a Sobeida un chaleco anti balas, un casco protector y las esposas y se disponía a bajarla del avión, por lo que automáticamente toda la atención se concentró en las escalinatas del avión.
El corre corre
Como por arte de magia, se olvidaron de mí y se formó un círculo alrededor de Sobeida, por lo que me coloqué en el trayecto hacia donde estaban estacionados los vehículos que la conducirían a Najayo.
Por suerte, el moreno de saco y corbata que figura en la foto y que pertenece a la seguridad personal del Fiscal del DN, hizo un movimiento brusco hacia delante, lo que facilitó la única foto a la mujer más buscada de la República Dominicana.
Fue solo una toma, porque si no me quitaba del medio la iba a pasar mal, muy mal.
Fue un golpe de suerte, porque hay que decir que hubiera seguido tranquilo en mi casa si antes, desde la redacción de Diario Libre, mi jefe, Nelson Rodríguez, no me hubiera hecho salir "volando" hacia el aeropuerto, precisamente en busca de esa comentada y difundida imagen, que se logró porque estuve en el lugar exacto en el momento preciso.
Tomás Ventura / Diario Libre
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