Imagine el lector esta situación:
Usted es un empleado de una institución X.
Usted viste con uniforme de color naranja.
Usted tiene un jefe y miles de compañeros, que visten de otros colores.
Al igual que usted, existen 56 personas más que visten su uniforme color naranja.
De repente un buen día, su jefe, públicamente dice que todos los que visten de naranja son un gran problema.
Primero que son muchos con ese uniforme, luego que todos aspiran encarnizadamente al puesto del jefe y por último, que todos quieren llegar a ese puesto para hacerse ricos y tener villas en Casa de Campo, La Romana.
¿Qué hiciéramos nosotros si vistiéramos uniforme naranja?
1- Renunciaríamos al empleo en esa institución.
2- Exhortaríamos a nuestros compañeros a rechazar esa acusación, o a presentar pruebas de lo afirmado.
3- Convidaríamos a una reunión de los vestidos de naranja, con el jefe de nuestro jefe.
Caso Ministerio de Interior y Policía vs Generales Policía Nacional
Lo que no puede es quedar en el aire lo dicho por el Ministro de Interior y Policía sobre los 57 generales de la Policía Nacional.
Porque si se deja así, cada civil verá a un general de la policía como una botella.
O como un oportunista, ladrón.
Y si por razones distintas a su trabajo consigue una villa en Casa de Campo o en cualquier otro lugar, el pensamiento de que fue comprada con dinero mal habido será el inicial.
No estamos diciendo que el ministro Almeyda no tenga sus buenas razones para decir lo dicho.
Entendemos que hay policías corruptos, pero también los hay serios; como en todas partes.
Hacerse los no enterados le hará más daño a la institución, que por cierto no goza de mucha popularidad en la sociedad dominicana.
Eso no puede quedarse así.
Tiene que haber un desenlace. por el buen nombre de ambas partes.
Todo no puede ser "lo mío", los hombres deben tener integridad, vergüenza y respeto.
Estaremos atento a las aptitudes.
Juan Santos / Desde La República Dominicana
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