Una vez en París, el pintor figuerense Salvador Dalí fue presentado a la actriz Madeleine Renaud, que con natural cortesía expresó:
“Créame que le admiro mucho, señor”.
Él le dijo a su vez: “Yo también, señora”.
“¿Me ha visto trabajar?”, preguntó ella.
Y él respondió:
“No hablo de usted, señora, sino de mí. Que también me admiro mucho”.
“Créame que le admiro mucho, señor”.
Él le dijo a su vez: “Yo también, señora”.
“¿Me ha visto trabajar?”, preguntó ella.
Y él respondió:
“No hablo de usted, señora, sino de mí. Que también me admiro mucho”.
Marihal / Desde La República Dominicana
Fuentes: Wikipedia - Pablo Clase
No hay comentarios:
Publicar un comentario