Hoy, en uno de los programas de más rating nacional e internacional se llegó al límite.
Jamás se había oído tanta insensatez e incoherencia como escuchamos esta mañana.
No queremos hacerle daño a nadie, pero alguien tendrán que hacer algo.
Un polémico comunicador expresó que "fulana de tal" no estaba ya, tan bonita.
Dijo textualmente que ya no lograría una "erección en su bobolita" con ella.
Públicamente hablando así, de una señora que tiene dos hijos y su marido.
De las palabras soeces, llegó a vocear "indéxame este".
Llegar al extremo de "aconsejar" por una emisora de radio, a una acusada de delitos graves, de que no coopere con las autoridades; es violatorio de las leyes. Es amoral y va en contra de los valores más sensatos.
No tenemos la más mínima intención de inmiscuirnos en problemas internos de empresas privadas.
Ni queremos tratar normas éticas a nadie, pero eso que se escuchó hoy en la radio es una acción inconcebible de una empresa respetuosa y querida por el pueblo dominicano.
Siendo honestos hemos llegado a pensar que ese comunicador no está en sus cabales.
Hay una patología evidente, que debe ser tratada por profesionales.
El punto nuestro no es ese, se ha ofendido a muchas damas que escuchan esa popularísima emisora radial, y se ha ofendido al Ministerio Público; que está luchando en riesgo de sus vidas contra el flagelo de las drogas.
Todo tiene un límite, se han pasado hoy todos los límites inimaginables.
Exhortar a una testigo de primer orden a callar públicamente, es una acción propia de un sin conceptos.
Pregonar públicamente sus aberraciones sexuales es un irrespeto al público, a las autoridades y a las leyes.
Como mujer me siento ofendida, maltratada y vejada.
Como ciudadana me aflige la impotencia ante la maldad de algunos "seres humanos".
Lo que se escuchó hoy en la radio no debería repetirse.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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