El senador por la provincia de Azua Rafael Calderón, declaró en el día de ayer que el Senado de la República carece de recursos económicos para la realización de investigaciones y por tanto la comisión que estudia el proyecto de ley que declara área protegida a Loma Miranda tendrá que someter a análisis los estudios realizados previamente sobre la factibilidad o no del proyecto de explotación minera de la empresa Falconbridge Dominicana (Falcondo) y/o Xstrata Níquel.
Es asombroso que un Senado derrochador y sostenedor de clientelismo político se declare insolvente para asumir los gastos cuando mantiene un barrilito para cada uno de sus senadores a razón de un peso por habitante de su demarcación. Llora ante la presencia de Dios que el segundo poder del Estado que celebra fiestas Navideñas, Día de las Madres, Día de San Valentín, seguro médico internacional para todos sus empleados, etc.; tenga recursos para nimiedades y no para determinar el grave daño ecológico que podría sufrir uno de las mayores reservas acuíferas de la nación en caso de ser arrasada por una compañía minera extranjera.
La sinceridad del legislador Calderón es loable, pone al desnudo que el Senado es un organismo que prioriza los intereses particulares del partido de gobierno y de sus intereses personales a los de la colectividad de los ciudadanos y de las futuras generaciones.
Los electores deben tomar en cuenta la actitud de estos políticos para que en 2016 se lo piensen muy bien antes de dar su voto a estos mercaderes de la palabra.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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