Los dominicanos no tenemos autoridades, tenemos un partido de corruptos que funciona como una corporación empresarial que dedica su tiempo a repartirse el dinero de nuestros impuestos y toma préstamos internacionales para distribuirlo entre su grupo y sus asociados. Todo el teatro del trabajo digno no es más que la estrategia de enriquecer ilícitamente al conglomerado que no es mega-millonario todavía.
Mientras tanto, los ciudadanos que vivimos en la media isla de la Hispaniola, en cada minuto que sobrevivimos, sufrimos los embates de este Sistema abusador, amoral e insoportable. Funcionarios corruptos, jueces corruptos, autoridades corruptas y una delincuencia que es el fruto de la gestión de estos malditos: Lea el más reciente caso de las consecuencias de las actuaciones de la cleptocracia gobernante aquí.
Luis Del Monte / Desde La República Dominicana
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