Se supone que de encuestas solo deben hablar los encuestólogos, tanto los falsos como los verdaderos (¿cómo diferenciarlos unos de otros?), que en estos días han de estar muy atareados leyendo al revés lo que alguien quiso escribir derecho, con tal de no estar de acuerdo con lo que contraviene sus intereses o preferencias políticas.
Pero un servidor tiene derecho a opinar, aunque no sea un experto, para resaltar un dato común en las últimas encuestas dadas a conocer y que, por ser tan significativo, no puede pasarse por alto: los pobrísimos porcentajes que recibe el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el más votado –por cierto– en las pasadas elecciones.
Un comentarista impresionado, sin duda, por ese notorio descenso en las preferencias del electorado del otrora principal partido de oposición, utilizó la palabra descalabro para describir la situación. Y es la palabra correcta, pero como lo ocurrido tiene una explicación, y sobre todo un responsable, me parece más adecuado y justo que lo describamos como el descalabro del ingeniero Miguel Vargas Maldonado, que al fin y al cabo ya tiene el PRD chiquito que, por caberle en un puño, se ajusta a la perfección a su particular visión de los partidos y de la política.
Claudio Acosta
c.acosta@hoy.com.do
Qué se dice...
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