"En la tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca, William Shakespeare, el gran genio inglés de la dramaturgia pone en boca de su personaje central, estas esclarecidas palabras.
'¡El mundo está desquiciado!
¡Vaya faena, haber nacido yo para tener que arreglarlo!'
Nunca he tenido las pretensiones de Hamlet. Pero al llegar al término de este mandato presidencial, he vuelto donde doña Yolanda, para indagar su opinión acerca de lo alcanzado durante estos intensos y absorbentes ochos años de gestión pública. Ella me contestó:
'La verdad, mi hijo, orgullosa del deber cumplido. Satisfecha de la dignidad y el decoro con que has asumido tu compromiso con la Patria'".
+ Expresadas en su discurso de rendición de cuentas (paginas 42-43) ante la Asamblea Nacional, el 27 de febrero de 2012, hace exactamente tres años.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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