Para la era trujillista la mayoría de los dominicanos vivía en la zona rural y el porcentaje de analfabetismo era muy elevado. Las personas que tenían conciencia política pertenecían a la clase media intelectual, pero hasta entre los propios opositores al régimen se percibía como un imposible derrocar a la tiranía más funesta que registre la historia social dominicana. Trujillo, empero, fue acribillado y se puso fin a una etapa de oprobio.
Salir del régimen balaguerista de los doce años también fue considerado como un imposible por muchos, incluyendo al profesor Juan Bosch, Euclides Gutiérrez Félix, Felucho Jiménez, Danilo Medina y otros, los cuales recorrían los barrios de Santo Domingo diciendo que Peña Gómez engañaba al pueblo, al decir que el doctor Balaguer sería derrotado en los comicios de mayo de 1978. ¡Sí se pudo!
El PLD tendría tres períodos consecutivos y un total de 16 años de gobierno de los últimos 20. El país ha sido hipotecado (la deuda externa ronda los 35 mil millones de dólares), las arcas nacionales han sido saquedas, los poderes públicos han sido arrabalizados y centralizados, el narcotráfico y la criminalidad, el costo de la vida, la pobreza y el desempleo han aumentado enormemente y todos los servicios públicos han registrado creciente deterioro.
Los propios estudios de opinión muestran el malestar de la gente ante los temas mencionados, pero se trata de la misma gente que piensa que de todos modos el PLD se quedaría más allá del 2016, paradoja que amerita estudio detenido para ofrecer una respuesta política encaminada a romper con la falsa tesis de que es un imposible desalojar del poder a Danilo Medina.
Si Luis Abinader, candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno, logra sacar a la gente de esa falsa creencia, en semanas estaría aumentando entre diez a quince puntos, al aglutinar todo el descontento en torno al PLD, por los grandes daños al país, realidad que admiten desde empresarios hasta humildes hombres y mujeres que reciben algún tipo de asistencia gubernamental.
La gente estaría dispuesta a jugársela en la medida en que el candidato opositor inspire confianza en sus perspectivas. Nadie duda de su capacidad y honestidad, es cuestión de demostrar que puede ganar. ¡Sí se puede!
Danilo Cruz Pichardo
El Nacional
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