En su cama, en un hospital, porque no se detuvo de inmediato cuando lo pidió la patrulla, porque era un asaltante, porque fue un “intercambio de disparos”, porque robaba retrovisores, porque la delincuencia está cada vez más armada, porque hay que poner orden, porque sino “ellos” acaban con “nosotros”.
La lista viene de una búsqueda sencilla en listindiario.com. Sólo introduzca las palabras clave “policía mata”, y verá. No es cuestión de percepción, es lo que es. Pero como me gusta hablar con datos en la mano, según las estadísticas de la Procuraduría General de la República que están disponibles hasta agosto de 2009, el 15 por ciento de las muertes violentas ocurridas en el país involucró a policías y militares en el ejercicio de sus funciones. O sea, de 1,502, un total de 226. En estas cifras no están las muertes en las que los agentes no estaban de servicio, ni los muchos feminicidios en que se ven involucrados. No encontré datos de este año.
No quiero decir que el trabajo de la policía sea sencillo. Enfrentarse, mal pagados, mal comidos, mal entrenados y mal armados a una delincuencia cada vez más feroz no puede ser una tarea agradable. Y muchos caen defendiéndonos a los demás, no lo niego. Y la defensa de la vida es legítima, pero no es de eso que hablamos aquí.
El poder no está para abusar de él. Que caigan policías haciendo un buen trabajo no quita que muchos otros anden como pistoleros en el Viejo Oeste.
Confiemos en nuestras instituciones y nos las sepultemos más. Al policía lo que es suyo y la Justicia lo que le toca. Menos balas y más juicios. Comencemos a construir nuestra democracia.
María Isabel Soldevila
Con Mis Ojos / Listín Diario
http://www2.listindiario.com/puntos-de-vista/2010/7/3/148993/Menos-balas-mas-justicia
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