De haberte dado lo mejor de mi.
De haber recibido lo mejor de ti.
No tendré vida para pagarlo.
El compartir miles de minutos,
robados a tus horas, que fueron parte de tus días,
y el aceptarme los restos de juventud que aún me quedaban,
"mis mejores años", fue un placer sublime, incomparable...único.
Derramar llanto a tu lado,
así como reír,
fue vivir.
La única "buena vida" que tuve.
Ahora ya en la distancia.
Ahora que estás más profunda dentro de mi.
No está demás reiterarte que soy mejor persona gracias a ti.
Que vivo encantado, orgulloso de haber sido "el otro".
Marihal / Desde La República Dominicana
No hay comentarios:
Publicar un comentario