El columnista con aires de poeta sucumbió. Se vendió al mejor postor el productor de programas. Perdió la gracia, quizás tanta frías y copas de tinto le desviaron la ruta al entrevistador. Ya no encanta ni destila honor. Es decepcionante saberlo pagado por las mismas manos que han acorralado a quien de una forma u otra sigue formando parte de sí mismo. Da lástima y pena. El oro corruptor lo manchó para siempre, nunca será el mismo. Su imagen pública ha tenido un triste final, poeta alcohólico. Si Sabina se entera.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
Caricatura: http://www.flickr.com/photos/coghillcartooning/4912010884/
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