Ha sido criticado acremente en diversos medios de comunicación el bochornoso episodio en apoyo a Leonel Fernández protagonizado el Día del Periodista, ocasión que impone respetar la sazonada libertad de expresión si se concuerda con el apóstol José Martí en que “la palabra es para decir la verdad y no para encubrirla”.
Divulgada nacional e internacionalmente por la prensa con imágenes de rostros, gestos y acciones violentas, la horda neopalerista se movilizó adentro y afuera del palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
Ese aspecto bastará para incluir el acontecimiento en la antología del ejercicio vandálico del derecho en República Dominicana, cuyo adendum debe titularse: “turbas, billetes, birretes y ribetes con mercenarios hacia un chantaje al ministerio público”.
Entre las cosas que sellaron el carácter mercenario de la turba de los birretes está el pago por adelantado de dinero en cifras que rondan los dos dígitos en algunos casos, según me informó una fuente que pidió el anonimato, citando un profesional que rechazó la oferta diciendo: “Yo soy abogado, pero honrado”.
Otro testimonio demostrativo de la catadura moral de la turba de los birretes es que un participante se impactó tanto al ver a un conocido que, nervioso, trató de justificar su presencia diciendo: “Yo no soy abogado, pero necesito un empleo que me prometieron”.
Todavía Leonel Fernández no ha dicho una palabra sobre la turba de los birretes con ribetes de paleros, convocada para darle un “respaldo caluroso”, con el financiamiento de su entorno “empresarial”, según la misma fuente.
Si se asume que quien calla otorga, Fernández confirma su responsabilidad en el insólito tropel motorizado para protegerlo, mientras sus abogados silencian y se niegan a responder las siguientes preguntas de una joven periodista: ¿Fue ético de los abogados aceptar el coro de la turba? ¿Por qué no exigieron un receso hasta que fueran sacados del Palacio de Justicia los protagonistas del histórico escándalo?
Ahora esos letrados pasarán a los anales del ejercicio del derecho como cómplices de la turba de los birretes con ribetes de paleros. Lo sucedido resulta muy grave para la institucionalidad del país. Se pensaba que eran reliquias superadas las figuras del palero, el chantaje y otros mecanismos para doblegar voluntades. Pero ahora las revive Leonel Fernández buscando impunidad.
Raúl Pérez Peña (Bacho)
fundaciontestimonio@gmail.com
PANCARTA
Listín Diario
http://www.listin.com.do/puntos-de-vista/2013/4/12/272988/La-turba-de-los-birretes-con-ribetes-de-paleros
No hay comentarios:
Publicar un comentario