Leonel Fernández.
Leonel debe dar la cara ¡Responsablemente!
El ciudadano Leonel Fernández sigue sacándole el cuerpo al proceso en su contra para que responda ante un rosario de acusaciones por su comportamiento desde el palacio gubernamental mientras ocupó las funciones de presidente de la República.
El cuerpo de abogados de la defensa, de manera poco elegante, apela a trucos y triquiñuelas para no echar el pulso en los tribunales defendiendo con dignidad la inocencia de su cliente.
Lo menos que han dicho es que las acusaciones son políticas. ¿Se trata acaso de un litigio entre peloteros? Argumentar características políticas al proceso es ridículo, porque está latente en la opinión pública la estela de un paso por el poder plagado de hechos bochornosos cuya defensa debiera avergonzar a quienes se atreven a suscribirla.
Que me tilden de romántico, pero me hubiera gustado verlos de frente a un Sóstenes Peña Jáquez en la barra contraria. Durante años de ejercicio del Derecho, Sóstenes nunca defendió personajes de trayectoria parecida a la de Leonel Fernández.
Comisario político junto a Juan Miguel Román en las montañas de Altamira en 1963; combatiente armado del Movimiento 14 de Junio en la guerra de Abril, y mártir glorioso a sangre y fuego en San Francisco de Macorís en 1965: Sóstenes Peña Jáquez fue un revolucionario a carta cabal, sellado por su reciedumbre moral y la firmeza en sus principios por un destino digno para el pueblo dominicano.
A propósito del día del periodista, debo citar esta sentencia lapidaria de José Martí: “La palabra es para decir la verdad y no para ocultarla”.
¿Cuál es la verdad de la actitud de Leonel Fernández? En la calle dicen que anda buscando valla, pidiendo reconocimientos como el otorgado por un club canadiense de Barrick Gold, y otro de similar marca de fábrica, en África.
Fernández también busca la ruin protección en un Parlacen que debiera llamarse “Parla cueva” diseñado a la medida del parasitismo político regional.
Como quien no tiene hecha no tiene sospecha, Fernández debería dar la cara responsablemente y admitir su papel en el contrato con Barrick Gold.
Si tiene su conciencia tranquila, Leonel Fernández debería asistir con la frente en alto ante los tribunales que deben juzgarle. Evadir esa obligación, lo evidencia. Ya veremos nuevos pretextos.
Raúl Pérez Peña (Bacho)
PANCARTA
Listín Diario
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