Invítese usted mismo a dar una vueltecita por los medios escritos de la prensa nacional, allí podrá constatar cómo los asalariados de la corporación rugen ante las evidencias que han salido a flote que imputan al capo di tutti capi, a sus alcancías y asociados. Compruebe la forma burda que utilizan estos beneficiarios de la corrupción y la forma que usan para atacar despiadadamente a todo aquel que ose señalar a su mecenas. Tiemblan de miedo, saben que la justicia está dando los pasos para cercar a su jefe y que tarde o temprano ellos también caerán en la penalización por sus inconductas.
Todos, sin excepción han salido al ruedo, esta vez no se saldrán con las suyas, la orden está dada desde afuera y no los salvará nadie, aquí. Escriban, difamen, grite, lloren, la incautación de bienes malhabidos inicia en la cúspide de la pirámide e irá descendiendo hasta los manipuladores mediáticos, ya veremos si todas esas bravuconerías se mantienen cuando estén frente a los jueces en los tribunales ordinarios, dando cuentas de sus bonanzas y cuentas publicitarias injustificadas.
Tiemblan los asalariados del régimen de la corrupción, los titririteros de la maldad y del régimen de la impunidad, les está llegando la hora de pagar tantas rastrerías y dolo.
Juan Santos / Desde La República Dominicana
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